El Celta está abonado a los partidos de los sábados a las diez de la noche, pues es el horario que ha elegido Televisión Española para ofrecer en abierto su cuota semanal de la Liga española. Diez actuaciones suma en este horario el equipo de Eduardo Berizzo, que ayer se quejó de que el clásico gallego del 2 de abril acabe cerca de la medianoche.

"El horario de las diez de la noche me parece un asunto a erradicar, pues creo que no le agrada a nadie: ni a los protagonistas, ni al público, fundamentalmente al público juvenil", proclama el entrenador del Celta, quien defiende los partidos en las primeras horas de la tarde, nunca más allá de las ocho.

Sobre el inicio de los partidos los sábados a las 22.05 horas -el retraso de cinco minutos es por cuestiones de programación de la televisión pública-, Berizzo considera que afecta incluso a la afluencia de público. "Es un horario que complica la asistencia de los niños, por eso tal vez habría que duplicar el horario de las cuatro de la tarde, tal vez, y no el de las diez de la noche".

Berizzo, sin embargo, admite que las televisiones pagan por los derechos de retransmisión del fútbol y que eligen los horarios de los partidos.

El lunes pasado, la Liga de Fútbol Profesional anunció los horarios de los partidos correspondientes a la trigésimo primera jornada de Liga, en la que el Celta recibirá en Balaídos al Deportivo de A Coruña, su eterno rival. Como ya sucedió en el derbi gallego de la primera vuelta, Televisión Española lo ha elegido para ofrecerlo en directo el sábado 2 de abril, a partir de las 22.05 horas.

Ese día, la ciudad viguesa celebra la primera de las dos jornadas de la fiesta de la Reconquista, que se retrasa una semana en esta ocasión al coincidir la efeméride (28 de marzo) con la Semana Santa.

Por ese motivo, es posible que Balaídos no registre un lleno en sus gradas, como era de preveer si el clásico gallego se celebrase otro día y en un horario de tarde.

El anterior partido del Celta en Balaídos también se inició a las diez de la noche. Fue hace diez días, contra el Eibar. La asistencia al estadio vigués fue de 15.200 espectadores, una cifra que está muy lejos de los 22.500 socios con que cuenta el club vigués en estos momentos. Ese día, varios centenares de seguidores del equipo guipuzcoano viajaron a Vigo para presenciar el partido en directo y aprovecharon la ocasión para estrechar lazos con las peñas celtistas, como ocurrió en Eibar en la primera vuelta.