El compromiso entre semana ante el Villarreal, después de ganar en Getafe y a la espera del partido del sábado en el Bernabéu, lleva a Eduardo Berizzo a mostrarse más enigmático que de costumbre sobre el supuesto once que hoy presentará en Balaídos. Apunta la probable vuelta de Rubén Blanco, de Marcelo Díaz y de Nolito, pero proclama: "Tenemos que pensarlo bien". El rival, que suele jugar con dos atacantes, le origina más preocupaciones a Berizzo a la hora de montar el sistema defensivo, porque afirma que el plan de juego del Celta no varía; suele ser el mismo, sin tener en cuenta la entidad del adversario.

"No imagino muchos cambios. La fisonomía de nuestro rival es diferente y eso nos obliga a pensar muy bien qué función tendrá cada jugar en el campo", apunta Berizzo, antes de lamentar la baja por sanción de Pablo Hernández: "Nos otorga mucho poderío físico, mucho juego aéreo, mucha recuperación a pesar de ser un jugador con tendencia a construir el juego e ir al ataque. Se ha adaptado muy bien a la posición de doble pivote y nos dio una solidez muy importante". De hecho, las principales dudas del técnico argentino están en la medular, donde podrían entrar Marcelo Díaz y Wass, con Orellana.

Berizzo espera un partido muy diferente al de Getafe, "contra un rival muy difícil, que juega un fútbol muy efectivo, con un esquema muy definido.Tienen una filosofía de juego muy marcada, con futbolistas determinantes, muy peligrosos, muy rápidos, que nos obligarán a tener mucha vigilancia aún cuando dominemos".

Admite que el rival de hoy le obliga a "reforzar el centro del campo y que estemos muy pendientes de la pareja atacante. El centro del campo tiene que estar en conexión con nuestros centrales, esa es la respuesta correcta", propone el técnico del Celta para neutralizar a los atacantes del Villarreal.

Los errores en zonas sensibles del campo se pagan a un alto precio, advierte Berizzo. "Es un rival que no perdona ninguna pérdida, ningún error, con atacantes muy veloces, muy conectados entre sí y con centrocampistas por los costados muy verticales, muy rápidos, Incluso hasta sus laterales son muy profundos. Por eso, la necesidad de no perder la pelota, de administrarla muy bien, de encontrar pases de ataque sin correr riesgos y si los corremos que sean asumibles y controlables".

En este duelo entre el cuarto y el quinto clasificado, el preparador del Celta establece prioridades para su equipo: "Más que alcanzar uno de los puestos de Champions, quisiera despegarme de los equipos que corren con nosotros. Y para eso hay que ganar, y para ganar hay que jugar bien". "Al partido habrá que agregarle inteligencia, vinculada a la paciencia y a la elección, mucho más marcada que en otros partidos. Será difícil pero trataremos de ganar al Villarreal a través de nuestro fútbol". Y pone como ejemplo la victoria ante el Eibar: "Supimos generarle peligro a un equipo al que muy pocos rivales se lo generan".