El de la primera vuelta, con los equipos tratando aún de encontrar su espacio en la categoría, fue el partido de los hermanos Montes que por primera vez se enfrentaban como entrenadores en Tercera División. Ahora, cinco meses después, la situación es diferente. El foco deja de centrarse en los banquillos y los objetivos de los dos equipos lo ocupa todo. Choco y Alondras han seguido caminos bien diferentes desde que ambos se midieron en el campo de O Morrazo. Ahora se verán las caras en Redondela en medio de las peleas bien diferentes que libran ambos equipos. El Choco, por repetir experiencia en el play-off de ascenso; el Alondras, por encontrar los puntos necesarios para mantener la categoría.

Jacobo Montes regresa al campo en el que entrenó las últimas cuatro temporadas. Admite con seguridad que "si llegásemos con una situación más desahogada, habría más espacio para los sentimentalismos. Pero no es el caso". El técnico del Alondras hace autocrítica sobre la situación que está viviendo, convencido de que supondrá un importante aprendizaje para el futuro: "Es una temporada dura, que no esperaba sinceramente. Venía de cuatro años redondos en el Choco y ahora me toca ver la cara no tan bonita del fútbol. Nos han condicionado mucho las lesiones, que se han cebado en una posición muy determinante como la del mediocentro y justo antes de que se cerrase el mercado, lo que nos dejó sin capacidad de reacción. Pero al margen de eso tengo que admitir que las expectativas no se están cumpliendo, que no estamos acertando y yo el primero". El Alondras llega a la cita del domingo después de perder en casa contra el Barbadás un partido que cortó el amago de reacción que habían vivido en las dos semanas anteriores y que ha complicado un poco más el futuro del equipo en la categoría. La amenaza del descenso es real y Jacobo hace sus cuentas: "Necesitamos encontrar cuatro o cinco victorias en los once partidos que restan para el final". Y tiene claro que Redondela no es el mejor lugar para visitar en esta situación: "Es evidente que no. El Choco es un equipo que está intratable en su campo y es evidente que no resultará nada sencillo. Nos espera un partido más complicado, pero vamos con la idea de competir".

Para Marcos Montes, la pelea es bien diferente. Con el Choco en segunda posición, su objetivo pasa por repetir clasificación para el play-off y, si se tercia, soñar con disputar incluso el título a Cerceda y Boiro, que parecen los grandes aspirantes. Enfila el duelo ante su hermano también con la herida que dejó la derrota en el campo del Ribadeo el pasado domingo y en el que encajaron un gol a los veinte segundos de juego: "Salimos con un punto menos de intensidad que el rival, un poco a ver qué pasaba. Y sucedió que sacando nosotros de centro encajamos el primer gol a los diecisiete segundos de juego. El Ribadeo tiene nivel en su delantera para estar entre los primeros y de las cinco ocasiones que tuvieron en la primera parte acertaron en tres. Nosotros tuvimos tres y las fallamos. Pero me gustó el equipo en el segundo tiempo, marcamos el 3-1 y tratamos de apretar más el partido aunque ellos supieron defenderse".

Después de una serie de cinco victorias consecutivas, Marcos Montes admite que "me sentó realmente mal la derrota. Me parecía increíble haber ganado de forma consecutiva a Arosa, Boiro y As Pontes, pero esta vez no competimos bien. Nos ayudará a estar más alerta esta semana".

El técnico choqueiro reconoce que no le gusta enfrentarse ahora mismo al Alondras que dirige su hermano. Por un lado, por el aspecto puramente sentimental y por otro porque sabe que va a medirse a un equipo "bien entrenado que está pasando apuros y que va a venir a Redondela con la necesidad de conseguir un buen resultado. En este tramo de la temporada casi es peor enfrentarse a equipos que se encuentran en esa pelea. Nos sucedió el domingo con el Ribadeo que sabía que no podía dejar escapar ninguno de los partidos que le quedaban en casa para tener opciones de salvación. Ahora mismo aumentan las dificultades y es mejor medirse con los que se encuentran en la zona media de la clasificación".Marcos conoce el mal trago que pasa su hermano y suspira cuando piensa en que su obligación y objetivo es complicar aún más la situación por la que atraviesa: "Lo tienen complicado y necesitan ganar con urgencia un partido para aliviar su situación".