Porriño y Mecalia Guardés afrontan vertientes opuestas en el reto de la Copa de la Reina. Las porriñesas se medirán en cuartos al Rocasa, líder liguero; si dan la sorpresa se les allanará el camino hacia la final. Las guardesas debutarán ante el Logroño Sporting La Rioja, el adversario más asequible; en la siguiente ronda, por contra, aguardará probablemente el Bera Bera, su pesadilla copera. Rizando el rizo, el sueño de una final gallega en tierra propia.

El Concello de Porriño acoge la fase final del 15 al 17 de abril. Las dependencias municipales fueron ayer escenario del sorteo de los emparejamientos. Participaron la alcaldesa de Porriño, Eva García de la Torre; el secretario xeral para o Deporte, José Ramón Lete Lasa; el concelleiro de Deportes, Manuel Carrera; el presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, y su homólogo de la Gallega, Xosé Lois Pérez Ouro. Como madrinas, Begoña Fernández, que ya es leyenda desde su retirada, y Mari Godoy, jugadora del Porriño.

Todos ejercieron de manos inocentes. García y Blázquez depararon el duelo Clínicas Rincón Málaga-Prosetecnisa Zuazo, conjuntos de la zona media de División de Honor. Lete Lasa y Pérez Ouro emparejaron al anfitrión Porriño con el Rocasa, vigente campeón de la Copa y actual líder liguero.

En consecuencia, a las porriñesas les será realmente difícil superar la primera barrera. A cambio, si lo logran, se les abrirá completamente el horizonte. Su entrenador, Abel Estévez, sobrevuela el asunto: "Es un rival complicado. Pero ahora tenemos que aparcar la Copa hasta el mes de abril y centrarnos en nuestros próximos partidos. Si nos distraemos pensando ya en el Rocasa lo podemos pagar caro en la Liga".

Al Mecalia Guardés se le invierte el orden de las dificultades. Begoña Fernández y Mari Godoy extrajeron la bola del Logroño Sporting La Rioja como adversario de las guardesas. Las riojanas son el primer equipo de División de Honor Plata que se clasifica para una fase final de la Copa de la Reina. El otro enfrentamiento de su lado del cuadro es el Alcobendas-Bera Bera, con las vascas como favoritas.

El entrenador del Mecalia, Manu Etayo, admite que el nombre del rival inicial le agrada: "Era el equipo que a priori todo el mundo quería que le tocase. Es el de Plata. Está claro que era uno de los rivales más asequibles para iniciar la competición. Pero también hay que tener en cuenta que ellas vienen de eliminar a dos equipos de División de Honor. Están realizando una liga muy completa, solo han perdido un partido, y vendrán sin presión". A Etayo le tocará evitar distracciones en su plantilla. "Si no afrontas el partido con el máximo respeto al rival, compitiendo al cien por cien, pueden venir las dudas y los problemas. En un torneo tan distinto a la liga cuesta entrar en competición", admite Etayo.

Después, en un transcurso lógico de los acontecimientos, tocaría venganza. "De pasar nos puede volver a tocar el Bera Bera. En estos dos últimos años nos hemos enfrentado en semifinales y no conseguimos ganarles. Es un equipo con mucha experiencia. Por el otro lado el partido fuerte es el Porriño-Rocasa. Puede ser de resultado incierto. El que supere esa eliminatoria tiene un camino más asequible para poder meterse en la final", analiza Etayo.

Las autoridades valoraron la importancia que tendrá la disputa del torneo en Porriño. El presidente de la Federación Gallega destacó el entendimiento de las administraciones a la hora de facilitar la organización del evento. "Es un premio que se merece el balonmano gallego", indica Ouro, que desea un Porriño-Mecalia en la final. El presidente de la Española acotó sobre la adjudicación del torneo: "Para que toque un premio, primero hay que jugar y la Gallega juega mucho". Blázquez recordó además que en Porriño se celebrará por primera vez la Minicopa, dedicada a la categoría cadete. La alcaldesa valoró el impacto a todos los niveles que tendrá el torneo y el secretario xeral resaltó el "trabajo y talento de mucha gente".