Guidetti es el hombre del momento en el Celta. El sueco supo ser paciente. Esperó su oportunidad y ha acabado aprovechando los minutos que le brindó la Copa del Rey y la lesión de Nolito. El conjunto vigués notó la falta del sanluqueño, pero esa ausencia permitió que ganase protagonista la dupla entre Iago Aspas y el propio Guidetti, una sociedad que promete dar muchas alegrías al celtismo.

La importancia de Guidetti en el Celta ya es una realidad. El nórdico lleva un 2016 para enmarcar. De los 20 tantos que ha firmado el equipo de Berizzo este año, casi la mitad (8 dianas) ha llevado el sello del "11" celeste. Para el recuerdo queda el golazo firmado en Copa en el Vicente Calderón o la vaselina que superó la salida del vigués Diego Mariño en el duelo frente al Levante.

Pero el buen momento de Guidetti no se traduce sólo en registros goleadores (ya lleva 11 esta temporada). El sueco también mejora el juego colectivo del equipo. Es un delantero con unas características únicas en el mercado. Crea espacios y se asocia con una facilidad pasmosa con solo un toque. Ante el Eibar firmó un encuentro espectacular. Firmó dos dianas, pero dejó asistencias a su socio Iago Aspas y a Daniel Wass para encarrilar un encuentro que acabaría devolviendo al Celta a la senda del triunfo. Su actuación le ha permitido formar parte del once ideal de la jornada.

La importancia del nórdico también traspasa el terreno de juego. Guidetti está dejando huella hasta en la banda sonora del celtismo. Su canción resuena siempre que anota en la megafonía de Balaídos y los más pequeños se han rendido a una pegadiza letra que tiene como principal protagonista al nuevo ídolo del celtismo, un jugador extrovertido, alegre, que se ha convertido en una baza más para soñar con un Celta europeo.