De "pequeño homenaje" calificó Adrián Alonso, Pola, el acto que ayer le ofreció el Celta por su reciente título europeo con la selección española de fútbol sala. Antes de iniciarse el partido contra el Eibar, el futbolista de Coia bajó al césped para recibir una camiseta celeste de manos de Carlos Mouriño, presidente del club con el que Pola se siente identificado.

Para estar ayer en Balaídos, Pola tuvo que desplazarse por la tarde desde Madrid, donde en la mañana de ayer su equipo, el Inter Movistar, se impuso a su eterno rival, El Pozo Murcia, en el partido de la jornada del campeonato de fútbol sala.A pesar de ese compromiso, Pola quería estar por la noche en su casa para recibir el homenaje del Celta, con cuya camiseta posó días atrás en la fotografía que utilizó en las redes sociales para anunciar el acto de Balaídos. Junto a la celeste, Pola mostraba la roja de la selección española, con la que conquistó el título continental en una final en la que el vigués anotó dos de los siete goles de los campeones.

Se esperaba que Pola pudiese realizar el saque de honor en el partido contra el Eibar, pero el futbolista se retiró hacia el palco una vez que recibió la camiseta celeste.

Los acontecimientos de las últimas horas llevaron al Celta a preparar dos homenajes póstumos en la jornada de ayer: uno a uno de sus socios más veteranos, Emilio Márquez, y otro al exportero del Celta Pepe Bermúdez, que falleció el viernes en Jaén a los 77 años de edad. Bermúdez fue el portero titular que en el año 1969 logró el ascenso a Primera División con el conjunto vigués, tras una década en la categoría de plata.

El jienense disputó un total de 64 partidos con el equipo vigués entre los años 1968 y 1970. Herminio, Manolo, Taberner, Pedrito e Hidalgo formaban parte de la defensa de aquel equipo que logró jugar en la élite del fútbol español.

Bermúdez también jugó en el Cádiz, como otros jugadores que pasaron por Balaídos, como Eduardo Berizzo, actual técnico, o Gustavo López.