Andreu Fontás viajó ayer a Suecia con la esperanza de evitar el quirófano y poder reaparecer con el Celta antes de que concluya la temporada en curso. El defensa central catalán se desplazó al país escandinavo acompañado por el jefe de los servicios médicos del club, Juan José García Cota, para consultar con el especialista sueco en lesiones de tendón Hakan Alfredson. Tras la consulta, el futbolista, de acuerdo con los servicios médicos, decidirá si pasa o no por el quirófano para ser intervenido de la tenosinovitis aquílea izquierda que le mantiene apartado de las canchas desde el pasado 31 de octubre.

El pronóstico de recuperación en caso de intervención quirúrgica es de entre seis y ocho semanas, al que habría que añadir al menos otro mes de puesta a punto como consecuencia del largo periodo de inactividad. La actual temporada, en este caso, sería historia para Fontás. Evitar la mesa de operaciones tampoco acortaría, según lo doctores, demasiado los plazos de recuperación, con lo que, en el mejor de los supuestos, el central estaría disponible para los últimos partidos de Liga.