La Liga de Campeones se reanuda tras su parón invernal. Los octavos de final arrancan hoy con la ida de las eliminatorias PSG-Chelsea (20.45, Antena3) y Benfica-Zenit (20.45, BeinS). En España, con Barcelona y Atlético emplazados para la próxima semana, la atención se centra en la visita que el Real Madrid efectúa mañana al Estadio Olímpico de Roma. Zidane se lleva de viaje a Marcelo, ya recuperado de su lesión en el hombro. Pepe y Bale son las bajas en la primera prueba de fuego que afronta el entrenador francés. En las filas romanistas aguarda el vigués Iago Falque, barcelonista de vocación, madridista de filiación.

Iago Falque acaba de cumplir 26 años. Todavía iniciando su etapa de madurez, en consecuencia, y pese a ello con un ajetreado itinerario profesional. La trashumancia define su carrera desde que Falque, al que el Barça captó en el Victoria olívico, abandonó en 2008 La Masía. Su elegante zurda ha sido prisionera de su caché. Jamás ha brillando en los grandes clubes que lo fichaban (Juventus, Tottenham) y sí en los pequeños a los que era cedido (Villarreal B, Almería, Rayo Vallecano). Bari y Southampton fueron experiencias breves e insatisfactorias. En el Genoa, la pasada temporada, eclosionó. Trece goles y cinco asistencias le abrieron las puertas de la Roma. Su cuarta oportunidad, si se cuenta la azulgrana, de triunfar en una escuadra aristocrática. Al menos, se ha asentado en Italia. El acento trasalpino se le entrevera con el gallego natural.

Este último traspaso se ejecutó con cierta peculiaridad contractual. La Roma pagó un millón al Genoa por su cesión, pero con el compromiso de adquirirlo por siete millones más si disputaba un solo encuentro. Y Iago ha cumplido esa cláusula. El vigués acumula 18 partidos con la camiseta giallorossa, 12 de ellos como titular. Dos goles y dos asistencias constituyen su mejor provecho. Ha sufrido como el resto del plantel unos primeros meses ásperos de campaña. Con el regreso de Spalletti al banquillo ha llegado la reacción. La Roma, tras caer por 1-0 con la Juve, encadena cuatro victorias en la Serie A y ya es cuarta, aunque sin protagonismo de Falque, que sale de una pequeña lesión de rodilla y apenas disputó cuatro minutos ante la Sampdoria, como sustituto de El Sharaawy. Pero suele mantenerse en las convocatorias.

A Falque lo buscan los medios españoles como referencia conocida en estos días previos. Habla con Lorenzo Milá, corresponsal de TVE en Roma. "Jugar contra el Real Madrid será un partido increíble. Pasamos un periodo bastante malo, no éramos capaces de ganar casi ningún partido, y el Real Madrid es el Real Madrid, un grandísimo equipo. Pero nosotros estamos mejorando ahora". En Onda Cero propondrá "explotar las debilidades" merengues.

"Tenemos que hacer un partido como el que hicimos en casa del Barcelona, donde fuimos capaces de empatar. Ese es el camino que demuestra que podemos competir con los mejores", asegura Falque, satisfecho seguramente del pequeño disgusto que le causó en esa primera fase a Luis Enrique, a cuya ojeriza cuando dirigía el filial responsabilizó de su salida de Can Barça. Padójicamente le ha seguido los pasos a la Roma, a la que Luis Enrique entrenó, empeñado como está Falque en demostrar que su fútbol pertenece a los grandes escenarios continentales.