El estreno de Alejandro Menéndez como nuevo técnico del Celta B ante su afición sirvió para cerrar la nefasta racha de tres derrotas consecutivas y once jornadas sin conocer la victoria que habían llevado al Celta B al último puesto de la tabla clasificatoria. El trabajado triunfo ante el Guijuelo, gracias a una lejana falta lateral muy bien sacada por Gustavo Ledes y perfectamente definida por Adrian Cuevas, permite respirar a un conjunto vigués que, pese a todo, todavía debe seguir peleando para abandonar los puestos de descenso.

Las ausencias de varios jugadores convocados para el partido del primer equipo en el Nou Camp, además de las incorporaciones producidas en el mercado invernal, provocaron que el primer once de Alejandro Menéndez en Barreiro presentase novedades respecto a lo habitual, concentradas sobre todo en la parcela ofensiva. Porque la presencia en portería de Iván Villar o la zaga formada por Kevin, Diego Alende, Jonathan de Amo y Samuel tampoco resulta excesivamente sorprendente. El doble pivote, con Jordan y Gustavo Ledes, sí que era una de las novedades obligada ante las ausencias de Pape y Borja Fernández, así como la línea de tres con Luis Rioja, Franco Fragapane y Adrián Cuevas o la presencia en la punta de ataque de Pedro Martín.

Pero, sin duda, la principal variación llegó provocada por las condiciones meteorológicas y la intensa lluvia caída durante las últimas jornadas. Porque el estado del césped de Barreiro, con mucha agua, provocó una apuesta por un juego más directo y vertical del Celta B. Ahora queda confirmar si este cambio fue una adaptación al medio o si, por el contrario, se trata de la nueva apuesta de Alejandro Menéndez para buscar la salvación del filial céltico.

Lo que sí mostraron desde muy pronto los vigueses fueron la intensidad y las ganas para demostrarle a su rival que no iban a regalar ni un solo centímetro. De hecho, la primera parte sólo tuvo color celeste, con un Guijuelo totalmente desaparecido y sin dar noticias en ataque. Sólo un disparo de Raúl que rebotó en Alende y se marchó a córner en una de las primeras acciones del encuentro (min.8).

Por el contrario, los vigueses pudieron haberse adelantado ya en la primera mitad. El primer aviso serio del Celta B llegó al cuarto de hora en un saque de esquina directo de Gustavo Ledes que Kike despejó de nuevo a córner con bastantes apuros.

Apenas un par de minutos después fue Jordan el que se sacó de la manga un gran pase a Luis Rioja, que en el mano a mano se encontró con una gran intervención del meta visitante para evitar el tanto. Y a la media hora de juego fue el propio Luis Rioja el que protagonizó una sensacional acción individual, deshaciéndose de dos defensas para encarar a Kike. Pero, en esta ocasión, su disparo ante la salida del meta del Guijuelo se marchó excesivamente cruzado.

La vuelta al césped tras el descanso apenas supuso un paréntesis en lo visto hasta ese momento porque, nada más regresar al campo, una internada de Kevin por la derecha acababa con un centro chut suyo que Kike despejó a córner también con apuros.

Eso sí, el Guijuelo dio su primera muestra de vida en ataque poco después, en un balón largo para Raúl, que ganó en velocidad a la zaga local pero, escorado y bien tapado por De Amo, finalizó disparando a las manos de Villar (min.53).

El partido parecía destinado a decidirse en una acción a balón parado. Como así fue. Gustavo Ledes exhibió su buen golpeo de balón en una falta escorada a la izquierda casi en el medio del campo, colocando la pelota para la llegada de Adrián Cuevas que aprovechó el despiste de la zaga visitante para fusilar a Kike y conseguir el, a la postre, gol de la victoria.

El estado del césped y la situación clasificatoria del Celta B hacían pensar en la necesidad de otro tanto para evitar el agobio típico de los últimos minutos y que tres puntos vitales pudiesen volar de Barreiro. Pedro Martín pudo haber aportado esa dosis de tranquilidad en otra gran pelota de Kevin, pero el disparo del delantero del filial céltico se estrelló contra el poste.

El corazón de los valientes aficionados célticos que a pesar del desapacible día decidieron acercarse a Barreiro se llevó un buen susto en el minuto 79, cuando Ramos probó suerte con un disparo lejano que se marchó rozando la escuadra de la portería de Iván Villar. Pero, a pesar de los últimos intentos de los visitantes con balones colgados, el Celta B ya no pasó apuros para certificar su reencuentro con la victoria y conseguir un triunfo que le permite respirar en la tabla clasificatoria