Mientras hay vida hay esperanza. A esta máxima universal y a la ambición y el gran fútbol desplegado a lo largo del curso por el conjunto que dirige Eduardo Berizzo se aferra la afición del Celta para creer en la remontada. Los caminos del fútbol son inescrutables y la Copa del Rey acostumbra ser terreno abonado para las sorpresas, incluso si el desafío es descomunal, como levantar un 4-0 a un equipo de la pujanza del Sevilla de Unai Emery.
A la hora de afrontar el segundo asalto de la semifinal copera, los seguidores célticos tienen muy en cuenta el milagro obrado por el equipo para librarse del descenso hace tres temporadas, cuando se le concedían apenas un 4 por ciento de posibilidades de salvación, pero también los grandes partidos firmados por el grupo céltico esta misma temporada, como la goleada endosada el todopoderoso Barcelona (4-1) en la quinta jornada de Liga. Una consigna se repite como un mantra entre los aficionados. "Si por casualidad sucede, yo quiero estar ahí".
"Sabemos que es difícil, pero no es ni mucho menos imposible", afirma José Méndez Castro, presidente de la Federación de Peñas del Celta, que explica: "Hace unos años, cuando nos daban solo un cuatro por ciento de posibilidades de salvarnos, hubo mucha gente que creyó en el milagro. Nadie daba entonces un duro por nosotros, pero nos salvamos. No sé cuáles son ahora nuestras opciones, quizá menores que entonces, pero este equipo nos ha dado razones más que sobradas para creer en él. Cosas más raras se han visto en el fútbol".
Javier Encisa, JES, de la peña Siareiros.net, recuerda que en el fútbol nada está escrito y la Copa del Rey suele ser una competición propicia para las sorpresas. "Sabemos que la cosa está muy difícil pero cosas más raras se han visto y este equipo nos ha dado sobrados motivos para creer en él", destaca el presidente de Siareiros, que no obstante reconoce la dificultad del desafío. "Tendríamos que hacer un gran partido, pero ya hemos demostrado que podemos golear a cualquiera, como hicimos con el Barcelona. La clave será no encajar goles y marcar pronto. Lo ideal sería irnos con un 2-0 al descanso", añade.
En parecidos términos se expresa Rubén Bouza, del Colectivo Nos. "Si en aquel famoso partido de Pucela las opciones eran del 4 por ciento, en este creo que están sobre un 3,68. Pero bueno, como dicen los jugadores y Rubén Blanco repitió este mismo fin de semana: mientras haya posibilidades de revertir la eliminatoria hay que intentarlo por todos los medios, tal como los propios jugadores nos demandan", señala.
Bouza recuerda, en este sentido, que el equipo ha dado esta temporada muestras más que suficientes para creer en él. "Aunque luego pasó lo que pasó, la sensación del partido de ida en Sevilla es que no se regatearon esfuerzos. En esta temporada hemos conseguido grandes gestas en Balaídos como la goleada al Barcelona, así que no veo por qué no podemos conseguirlo", apunta. Y precisa: "La clave está en no recibir e intentar marcarles un gol pronto a ver si les entra el miedo en el cuerpo y les vienen los nervios y las dudas. Va a ser un partido dificilísimo, pero hay que pensar en que se puede. Por supuesto que se puede".
César Rodríguez, de la peña Lío en Río, sostiene la misma tesis: "Claro que es posible. Aquí, en Balaídos, ya hemos conseguido cosas muy especiales y hemos goleado a grandes equipos. De hecho, estoy convencido de que, si hacemos las cosas muy, muy bien, estaremos en la final", indica. Como la mayoría de los creyentes, Rodríguez opina que para obrar el milagro habría que "tener un inicio que a ellos les asuste y les obligue a encerrarse y a buscar simplemente poder hacer alguna contra. No hay tiempo para medias tintas. Hay que salir arrollando".
David Penela, de Comando Celta, se agarra, por su parte, a los imponderables del fútbol para creer en la remontada. "En el fútbol hemos visto cosas más raras que nos han invitado a soñar en otras ocasiones. No estaríamos ante nada que no haya ocurrido, aunque las opciones son pequeñas porque meterle cuatro goles al Sevilla y que ellos no marquen entra dentro de lo muy difícil", expone. "Habría que hacer un partido perfecto y que ellos tengan un mal día. Otra opción es que haya una decisión arbitral que favorezca la remontada, como sucedió el otro día en el partido de Liga, o que les expulsen al portero. Cualquiera de estas cosas ayudaría", subraya.
Javier Vaz, de Centolos Celestes, argumenta mientras tanto que creer está en el ADN del aficionado del Celta. "Claro que creemos. No tenemos otra opción. Cosas más difíciles hemos hecho, como ascender de Segunda B a Primera, ascender dos veces en una misma temporada desde Segunda o ganar al imbatible Barça en el Camp Nou", subraya Vaz, que pide fe y aliento para el equipo. "Animo a la gente a que crea. Si las cosas fueran fáciles, no seríamos del Celta. Somos del Celta por este tipo de partidos y este tipo de proezas. A los célticos no nos van los trofeos, sino las gestas", remacha.
