Y las niñas se hicieron mayores. De esta manera tan sencilla podríamos resumir el partido de ayer en Navia entre el Celta Zorka y el Adareva canario. Este equipo ya no es aquel que en septiembre comenzó a trotar en el parque de Castrelos, con entrenadora nueva y un gran trabajo por delante. La paciencia ha dado sus frutos, y la lección defensiva del equipo en la tarde de ayer es para incluir en los clinics de verano.

Al entrar en el pabellón y ver la envergadura de uno y otro equipo, el que más o el que menos pensaba de todo. Sin embargo, llegaron dos minutos de juego para hacerse una idea de lo que nos esperaba. La presión de Sarah Ogoke en defensa le permitió robar dos balones para salir a la contra y anotar con facilidad. Ahí estaría la clave del encuentro. Defensivamente el Celta Zorka estuvo impecable, salvo dos lunares al final del segundo cuarto y mediado el último, cuando las canarias anotaron dos triples consecutivas que hicieron saltar las alarmas.

El cuadro vigués se encontró cómodo sobre el campo. La carencia de centímetros bajo los aros se suplía con intensidad y presión, de ahí que el Celta Zorka atrapara 45 rebotes, dieciséis de ellos ofensivos, por 28 el conjunto canario. Fueron numerosas las segundas opciones de tiro ganadas a base de fuerza y de colocación.

En el choque de ayer hay cuatro jugadoras que destacaron por encima de las demás y que fueron claves para decantar la victoria del lado vigués. La MVP del partido fue la nigeriana Sarah Ogoke, a la que las vacaciones de Navidad le vinieron de perlas, pues ahora es otra jugadora totalmente distinta. Ayer anotó veintiún puntos, atrapó diez rebotes, dio tres asistencias y recuperó tres balones para una valoración final de 26. Le siguió muy de cerca Ylenia Manzanares, una jugadora cuyo juego no brilla de cara a la grada, pero que no puede ser más efectiva, con cinco puntos, quince rebotes, una asistencia, cuatro recuperaciones y 24 de valoración. Pero no fueron las únicas, ya que se volvió a ver a la Cristina Loureiro de las mejores ocasiones y a una gran Cristina Salinas que a pesar de su altura, 1.62, superó en más de una ocasión a las pivotes del conjunto canario.

Como no podía ser de otra manera, el encuentro fue igualado, aunque prácticamente el Celta Zorka fue siempre por delante en el marcador. El conjunto canario solamente pudo ponerse por delante en el marcador mediado el segundo cuarto, pero esta vez el conjunto vigués no se vino abajo a pesar de perder por dos puntos al descanso.

Tras el paso por el vestuario, la igualdad volvió a apoderarse del encuentro. El Adareva llegó a tener cuatro puntos de ventaja tras tres minutos de juego. Era el momento clave del partido, pues un fallo más en ataque del conjunto vigués podría abrir una brecha que sería muy difícil de cerrar. Sin embargo, Loureiro y Salinas se encargaron de salvar el "match point" y devolver la igualdad que Ángela Coello se encargó de romper con dos acciones, una de ellas con tiro adicional, que le permitió al Celta Zorka tomar siete puntos de ventaja en el marcador. Diferencia que mantuvo hasta el final del tercer cuarto.

Había temor por la reacción del equipo en los momentos delicados del encuentro. Sobre todo cuando mediado el cuarto, el cuadro vigués mandaba por trece puntos en el marcador, y dos triples consecutivas de las canarias las volvían a meter en el partido.

Los tiempos muertos de las dos entrenadoras se sucedieron casi de forma consecutiva. Una pérdida, o una recuperación, era fundamental en ese momento, sobre todo cuando a treinta segundos para el final del encuentro un triple del Adareva dejaba la ventaja del Celta Zorka en cinco puntos y los miedos volvían a Navia. El cuadro canario trató de ralentizar el partido haciendo faltas personales, pero se equivocaron a la hora de hacerlas, ya que fueron sobre las jugadoras más en forma en el partido de ayer, Cristina Salinas y Sarah Ogoke, que no fallaron y certificaron la victoria céltica.