Eduardo Berizzo dedicó unos minutos del entrenamiento de ayer a conversar solamente con los titulares que el jueves cayeron por goleada ante el Sevilla. El técnico argentino busca soluciones en la terapia hablada para recuperar a un equipo que mañana ha de enfrentarse al mismo rival que le ha puesto al borde de la eliminación en la Copa del Rey, torneo en el que club, jugadores y afición celeste tenían depositadas muchas ilusiones de disfrutar de una nueva final después de tres lustros de espera. Tras el varapalo del jueves, los célticos buscan en la Liga poder alcanzar una reconstrucción anímica.

Un triunfo mañana ante los de Unai Emery (Balaídos, 18.15 horas) devolvería a los de Berizzo a la quinta plaza de la clasificación general de la Liga, que los sevillistas le arrebataron la semana pasada, y los rearmaría mentalmente para intentar remontar la próxima semana los cuatro goles en contra que se llevaron del Sánchez Pizjuán.

"Tenemos un partido de Liga muy importante el domingo para olvidar el de ayer", señala Rubén Blanco en referencia al duelo copero de Sevilla. "Hay que intentar ganar", reitera el guardameta del Celta desde la sala de prensa de A Madroa al referirse al duelo de la vigesimotercera jornada de Liga, competición en la que el equipo de Berizzo ha decaído en el último mes debido a su apuesta decidida por el torneo de Copa, en el que ha alcanzado las semifinales por décima vez en noventa años de historia.

A pesar del duro traspiés sufrido en Sevilla, el equipo y una parte de la afición se niegan a dar por perdida la eliminatoria de Copa. Berizzo lo dejó claro en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán nada más concluir el partido: "Remontar es difícil, pero nunca me entrego antes de tiempo".

El equipo celeste, que regresó de madrugada a Vigo en vuelo chárter, reanudó en la tarde de ayer los entrenamientos en A Madroa, a donde se acercaron alrededor de un centenar de aficionados para apoyar y dar ánimos a los jugadores. "Imposible no hay nada", comentaba Sergi Gómez a un seguidor que le esperaba en el aparcamiento de la ciudad deportiva para solicitarle un autógrafo y sin poder evitar una mención a la abultada derrota en el estadio del barrio de Nervión.

A través de las redes sociales, el celtismo quiso mostrar su apoyo incondicional al equipo de Berizzo incluso de madrugada, con llamamientos a acudir a recibir al equipo al aeropuerto de Peinador. La iniciativa no cuajó. Sí hubo respuesta, sin embargo, para participar en la "quedada" vespertina en A Madroa.

Apoyo en A Madroa

Más de cien personas se reunieron en el graderío del campo de entrenamiento para seguir la sesión de trabajo a puerta abierta. Los aficionados esperaron a que el grupo de titulares pasase a su lado para dedicarle una sonora ovación, a la que los jugadores respondieron también con aplausos. Tampoco faltó algún grito de ánimo de una afición que prepara más muestras de apoyo para el duelo de Copa del jueves que viene. Se apunta la intención de acudir dos horas antes al estadio para recibir al autobús en el que viajarán los futbolistas desde el hotel de concentración. Hasta un centenar de bengalas de colores se esperan utilizar en la bienvenida al equipo, recordando las que le ofrecieron al equipo cuando en 2013 se jugaba una permanencia casi imposible (un 4 por ciento de posibilidades), pero que finalmente logró gracias a un gol de Natxo Insa ante el Espanyol.

A gestas como esa o a victorias como la obtenida ante el Juventus de Turín (4-0) o el Benfica (7-0) en competición europea o la reciente goleada en Liga ante el Barcelona de Messi, Neymar y Suárez (4-1) se aferran los seguidores más optimistas para mantener vivo el sueño de la Copa del Rey.

Sin embargo, el equipo celeste ya no lo fiará todo al torneo del KO, como ocurrió ante la eliminatoria con el Atlético de Madrid. De hecho, se espera que Berizzo no reserve a ningún titular el domingo, donde no podrá contar con los sancionados Fabián Orellana y Hugo Mallo. El resto de los que jugaron el jueves en Copa podría repetir mañana en la Liga, donde el Celta se ha caído de los puestos europeos por primera vez en lo que va de temporada tras perder el domingo pasado en Las Palmas.

De esa derrota se aprovechó el Sevilla para encaramarse a la quinta posición. El equipo de Emery supera en dos puntos a los célticos, ahora séptimos, pero igualados con el Athletic Club de Bilbao con 34 puntos.

Una victoria mañana ante el Sevilla devolvería al Celta a la zona noble de la clasificación. Además, ese triunfo ante el mismo rival de la Copa del Rey rearmaría anímicamente a los de Berizzo para afrontar en mejores condiciones el partido del jueves que viene, a celebrar también en Balaídos. Superar el 4-0 del Sánchez Pizjuán pasa por recuperar la buena salud en el campeonato de Liga.