El Rápido de Bouzas tendrá que apelar a la remontada dentro de quince días en el Baltasar Pujales si quiere plantarse en las semifinales de la Copa Federación después de la derrota de ayer en Mérida.

Tal y como era de esperar, fue el conjunto extremeño el que dominó el juego durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. El Rápido salió muy centrado consciente de lo importante de aguantar los primeros minutos de juego. No pasaron demasiados minutos para que el Mérida se acercara por primera vez a las inmediaciones del área defendida por Álex.

Aitor y Elton Martins fueron los jugadores más incisivos en facetas ofensivas, aunque con el balón en movimiento las llegadas no eran demasiado claras, y el balón siempre salía fuera o era detenido por Álex. De esta manera los minutos fueron pasando con un Rápido bien colocado en la parcela defensiva, que controlaba la situación, y no pasaba excesivos apuros. Ofensivamente la situación era otra muy diferente. El equipo entrenado por Jorge Otero prácticamente no inquietó la meta defendida por Sebas Gil. La ocasión más clara llegó a los veinticinco minutos de juego, cuando una jugada de ataque del conjunto aurinegro finaliza con una falta lateral que no crea peligro permitiendo recuperar el balón al conjunto local.

A la media hora de juego se rompió la igualdad inicial en una jugada a balón parado que culmina el central Pablo Vivanco con el primer tanto de la noche. El gol no le afectó al cuadro local, que siguió peleando para llegar al tiempo de descanso con esa mínima derrota en el marcador.

El Mérida movió ficha en el tiempo de descanso, sustituyendo a dos jugadores de la línea de creación, César Morgado y al ex del Coruxo Vicente Moscardó, para darle entrada a Matas y Zamora.

El comienzo de los últimos cuarenta y cinco minutos del encuentro no pudieron ser peores para el cuadro boucense, pues a los cuatro minutos encajaba el segundo tanto de la noche tras un potente disparo de Borja desde lejos ante el que nada pudo hacer Álex. Con un mal marcador, el Rápido se estiró tratando de marcar un gol que les diera un poco de vida para el encuentro de vuelta, pues eran conscientes de que el 2-0 no era un buen resultado. Sin embargo las mejores ocasiones seguían siendo para el Mérida, como el disparo ajustado al palo de Aitor en el minuto 69, o la jugada de Elton Martins un minuto más tarde. La presión del Mérida era agobiante, y a un minuto para llegar al final del encuentro cayó el tercero con un gran gol de Aitor que dejaba la eliminatoria casi decantada.