La selección española de fútbol sala inicia hoy ante Hungría (21.00 horas) la reconquista del trono continental que dominó con mano de hierro hasta el Europeo de hace dos años, cuando ni siquiera pudo alcanzar la final al perder ante Rusia, aunque el objetivo se plantea de nuevo difícil para los de José Venancio López, afectados por las ausencias.

España afrontará en Belgrado la búsqueda de su séptima corona europea y continuar como el país más laureado del Viejo Continente meses antes de intentar recuperar otro trono, el mundial, de más difícil acceso por el potencial de Brasil, en el campeonato que acogerá Colombia entre septiembre y octubre y al que espera llegar como campeón de Europa.

Para empezar, España abrirá el torneo contra la física Hungría, con un pivote peligroso como Zoltan Dorth y dirigida por un viejo conocido del fútbol sala nacional como Sito Rivera, que tratará de hacer que el siempre incómodo estreno lo sea aún más.

Después será el turno de la competitiva, aunque sin el brillo de antaño, Ucrania (6 de febrero, 18.30 horas), frente a la que, en teoría, la doble campeona del mundo se debe jugar el primer puesto. Luego llegarán los cruces, con Portugal o Serbia como presumibles rivales, y con Italia, actual campeón, en el hipotético camino hacia la final.

De todo modos, el principal problema para Venancio López será el de recomponer un equipo que ha sufrido bajas importantes: Sergio Lozano, Aicardo, Adri y Fernandao. Además, Carlos Ortiz no podrá jugar en la primera ronda por problemas físicos.