El Club Vigo se está acostumbrando a finalizar los partidos por 3-2. Ayer repitió ese marcador en Coia ante el Playas de Médano, tal y como había hecho una jornada atrás ante el CYL Palencia. El de ayer fue un encuentro con altibajos en el que los vigueses vencieron con un quinto set muy serio.

El encuentro comenzó con cierta igualdad que se deshizo después del empate a 10. A partir de ese momento los vigueses se pusieron por delante dos puntos. Con el 18-16 empezó a trabajar Burke en ataque y Zebenzui en defensa y empataron. Fueron los locales los que, en una gran jugada, finalizarían por un apretado 27-25.

El segundo set tuvo poca historia salvo los puntos finales de los locales, que maquillaron el resultado. El tercer parcial fue similar. Los visitantes, cuando y como quisieron, llevaron al marcador una ventaja de seis puntos en la mitad del set (9-15) que merced a los errores locales aumentaron de forma considerable.

El cuarto fue de infarto. Mucha igualdad desde el inicio que rompieron los locales para ponerse por delante dos puntos en la recta final del set, 18-16. Los visitantes empataron a 20. A partir de ese momento la tensión pasó por Coia ya que los visitantes llegaron a ponerse a un solo punto de vencer en el set y, por consecuencia, en el partido, 23-24. En ese momento salió a relucir el amor propio de los vigueses, vencieron por un apretado 26-24.

En el quinto, los vigueses se pusieron por delante con mucho acierto de hasta cinco puntos en el cambio de campo, 8-3. Este marcador les dio mucha tranquilidad para llevar el resto con mucho acierto y además asumiendo mucho riesgo. Fiesta final cuando el último ataque visitante salió fuera del campo.