Las pruebas realizadas ayer a Rubén Blanco descartaron que el portero de Mos sufra una lesión de carácter óseo, algo que el propio futbolista sospechaba a la conclusión del partido en el Calderón. El joven arquero fue sustituido en el descanso tras una dura entrada de Vietto. Jugó unos minutos, pero en el descanso comprobó que sufría al respirar y que con el paso de los minutos el dolor era más intenso. A la salida del estadio madrileño Rubén Blanco admitía su temor a sufrir una fisura: "Parece que me ha visto una bruja" decía medio en broma.

Al final dio esquinazo a la bruja. El portero fue sometido ayer a ua radiografía que descartó una lesión de tipo óseo. Sufre un intenso traumatismo en el hemitórax derecho que no debería suponer un gran contratiempo. Ayer no se entrenó aunque hoy está previsto que vuelva a hacerlo. Trabajará en función del dolor que sea capaz de aguantar porque la molestia es intensa y mucho más para un portero que somete esa zona a continuos golpes.

El portero no está descartado ni mucho menos para el partido del domingo en Las Palmas aunque irá en función de las sensaciones que tenga en los entrenamientos que restan hoy y mañana. La opinión del guardameta será determinante a la hora de tomar la decisión.