El guardameta del Celta Rubén Blanco, que tuvo que retirarse tras el descanso del partido por una fisura en una costilla, se mostró "fastidiado" por la lesión pero dijo que "nada empaña la alegría" de haber alcanzado las semifinales de la Copa del Rey.

"Lo que cuenta es que pasamos a semifinales y estamos muy contentos. Yo por el golpe y la probable lesión estoy un poco fastidiado, porque parece que me ha mirado una brujo, pero nada empaña la alegría de llegar a semifinales", dijo el portero, que sufrió un golpe de Vietto cuando este intentaba rematar un balón en el minuto 14.

"En caliente no me dolía tanto, pero a partir del minuto 30 no era capaz de aguantar el dolor. Intenté llegar al descanso y en el vestuario vimos que si no estaba al cien por cien lo mejor era no seguir", agregó Rubén, que fue sustituido por Sergio Álvarez en el segundo tiempo.