Combate nulo ante un peso pesado. El Celta sigue a lo suyo. Se ha propuesto desafiar el orden establecido del fútbol español. Primero caricaturiza al FC Barcelona que meses antes lo había ganado todo. Ahora afronta con valentía el desafío de hacer algo histórico en la Copa del Rey. Y para lograrlo el destino (o el sorteo) han cruzado en el camino al Atlético de Madrid. Se podría decir que es una curva cerrada en esa senda hacia una nueva final, pero el equipo de Berizzo ha demostrado, una vez más, que se crece ante la adversidad. Su esfuerzo y su fútbol pusieron contra las cuerdas al actual líder de la Liga, que sólo se asomó por la portería de Rubén en los primeros instantes del primer y el segundo acto.

Berizzo cumplió lo prometido el día previo al choque. Salió con todo. Volvió a juntar en línea de ataque a Iago Aspas y Guidetti. Planas entraba en el once en el puesto de un Hugo Mallo que llegó al partido mal físicamente por culpa de una gastroenteritis El cuadro celeste sufrió en un mal inicio. El Atlético de Madrid fue cuando más peligro creó sobre la portería de un Rubén Blanco que también cuajó una buena actuación.

Todo cambió cuando el Celta se supo sobreponer al arreón rojiblanco. El cuadro vigués se impuso al Atlético de Madrid no sólo en fútbol, sino también en intensidad. Su esfuerzo fue descomunal. Esa labor en todas las líneas de juego permitirá al equipo de Berizzo llevar vivo el sueño copero hasta el Vicente Calderón. El duelo cambió de tonalidad cuando la posesión ya tuvo un claro color celeste. Iago Aspas remató en la frontal del área pequeña, pero su disparo lo sacó ´in extremis´ Moyá.

Poco después, el "Tucu" Hernández también coqueteó con el gol. El remate del chileno, tras una preciosa jugada colectiva del Celta, volvió a toparse con Moyá. El conjunto vigués continuaba contrarrestando a la perfección la perfección táctica de un Atlético que es un especialista en aprovechar los errores de su adversario. Hoy, apenas los hubo. La labor defensiva de los celestes fue excelente. Radoja estuvo genial en la contención y en la elaboración, donde se impuso al doble pivote formado por Gabi y Augusto Fernández.

El gran partido del Celta no encontraba el premio final. Iago Aspas, voluntarioso y participativo, no podía aportar esa pizca de magia que sí ha mostrado en todos partidos. El trabajo era innegociable, pero tanto el moañés como Guidetti eran incapaces de poner en dificultades a la mejor defensa del fútbol europeo. Esa claridad en los metros finales daba un halo de vida al Atlético de Madrid, que volvió en poner en apuros a los locales en los primeros instantes del segundo acto.

Diego Pablo Simeone movió pronto el banquillo. Su ataque no daba sus frutos. Apostó por una delantera dinámica. Retiraba a Jackson Martínez, que perdió su duelo con Cabral, y dio entrada a Correa, salvador en otras ocasiones. La apuesta esta vez no le salió bien al "Cholo", que se estrellaba contra un Celta más intenso y tan contundente y sólido como su entramado defensivo. El técnico argentino arriesgó introduciendo a otro hombre de ataque. Introdujo a Vietto y retiró a Carrasco pero, en la recta final, dio por bueno el resultado aportando otro hombre a la sala de máquinas. Thomas relevó a un Griezmann desaparecido y completamente "seco" por la gran labor defensiva céltica.

En la recta final, el partido entraba en su tramo más decisivo. El que tuviera un error perdería el partido y se alejaría de las semifinales de Copa. Ambos conjuntos reducían sus riesgos. Incluso el Celta no atacaba con tanta gente como en otros encuentros. Berizzo refrescaba también su ataque. Daba entrada Beauvue, que apenas tuvo oportunidades para mostrar su instinto goleador. Ya en la recta final, el preparador céltico optó por romper el ritmo del encuentro. El empate sin goles no era del todo malo. Hugo Mallo aportaba más oxígeno a una defensa perfecta mientras que Borja Fernández daba más solidez a la sala de máquinas viguesa.

En el último minuto llegaría la jugada más decisiva del partido y posiblemente de la eliminatoria. Thomas cortaba con la mano extendida un balón en su área. Estrada Fernández lo vio, pero interpretó que la acción había sido involuntaria. El colegiado catalán, que ya en el primer tiempo le privó al Celta sacar un córner, no sancionó un penalti clamoroso que, en caso de transformarlo el cuadro local, habría recompensado el partidazo de un Celta que aviva, una semana más, el sueño copero.

Ficha técnica:

Celta: Rubén; Jonny, Sergi Gómez, Cabral, Planas (Hugo Mallo, 87´); Radoja, "Tucu" Hernández, Wass (Borja Fernández, 92´); Orellana, Iago Aspas (Beauvue, 73´) y Guidetti.

Atlético: Moyá; Jesús Gámez, Savic, Godín, Filipe Luis; Gabi, Augusto Fernández, Koke, Carrasco (Vietto, 66´), Griezmann (Thomas, 80´) y Jackson Martínez (Correa, 59´).

Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a Orellana por parte del Celta mientras que por parte del Atlético de Madrid vio cartulina amarilla Jackson Martínez