James Rodríguez representa para Zinedine Zidane el primer trabajo psicológico a desarrollar con un jugador del primer equipo del Real Madrid desde que es entrenador, tras un gesto que no gustó al técnico francés ante el Sporting de Gijón que mostró el pesar del colombiano tras encadenar dos suplencias.

La llegada de Zidane al banquillo del equipo blanco no ha cambiado el momento de James, que acabó siendo suplente con Rafael Benítez y molesto por ver cómo se filtraban rumores sobre un exceso de peso.

El estado físico del internacional colombiano es uno de los aspectos que más preocupa al actual entrenador del Real Madrid, que acabó reconociendo su sorpresa por la mala preparación del equipo en su última comparecencia tras golear el domingo pasado ante el Sporting de Gijón (5-1).

James vio cómo Isco Alarcón es la primera apuesta de Zidane, por delante de él en un 4-3-3 como dibujo táctico que mantenía como intocables a los tres de arriba, Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. Así ocurrió ante el Deportivo de A Coruña una semana antes y se repitió en esta última jornada frente al Sporting.

En la víspera del último partido de Liga Zidane no desveló si James sería titular o suplente, pero todo hacía indicar a que habría rotación con Isco para que cada uno mostrase su nivel el día de su oportunidad. No fue así y el centrocampista colombiano fue el único jugador de los suplentes madridistas que no saltó al césped del Santiago Bernabéu a realizar el rondo mientras calentaban los titulares.

La lesión muscular del galés Bale podía dar la oportunidad a esperada a James, que en el minuto 44 comenzó a calentar junto a Jesé Rodríguez. Zidane ordenó que ambos siguiesen en el descanso y finalmente se decidió por Jesé para no tocar su sistema 4-3-3.

Según captaron las cámaras de La Sexta y Cuatro, la reacción de James fue dejar de calentar. Zidane no se dio cuenta de inicio y cuando iniciada la segunda parte se cercioró de la presencia del colombiano sentado en el banquillo, mostró con mala cara su sorpresa y le mandó a calentar inmediatamente.

Acabó jugando 21 minutos, con el partido decidido y la goleada sentenciada para el Madrid, y se mostró con ansiedad de brillar. Perdió hasta seis balones y fue protagonista de una acción extraña en la que acabó rematando en el tobillo de Benzema y provocando el cambio de su compañero.

Hoy el Madrid inicia una semana de trabajo para que Zidane reconduzca la situación de un futbolista que ha pasado de ser clave en el Madrid y protagonizar goles de bella factura, a instalarse en un segundo plano en el que ha quedado demostrado que no se encuentra cómodo.

Será el primer trabajo psicológico de Zizou en el primer equipo, con la puerta abierta del hueco que dejará en el equipo titular la lesión muscular en el sóleo derecho de Bale, que podría estar de baja hasta tres semanas.

Lesión de Bale

El Real Madrid comunicará en las próximas horas, tras el estudio radiológico que se realizará a Gareth Bale cuando se rebaje la inflamación en el gemelo, la sexta lesión del galés en el sóleo, su punto débil que corta su momento más dulce en el conjunto madridista.

En esta ocasión, cuando mejor era su rendimiento con trece goles en Liga, llega la primera lesión en el sóleo derecho que se confirmará en la resonancia que el Real Madrid realizará cuando se cumpla al menos 24 horas del momento en el que tuvo que parar, a los 44 minutos del choque frente al Sporting. Zinedine Zidane admitió que no tiene buena pinta. Comienza a hacerse a la idea de la ausencia del galés en los próximos encuentros. Real Betis, Espanyol y Granada con el objetivo de que vuelva a estar al máximo en las primeras citas grandes para Zizou: el Roma y Atlético de Madrid.