El Rápido de Bouzas volvió a fallar en su campo ante un rival que llegaba con urgencias y que se llevó la victoria en la locura que ayer tarde se vivió en el Baltasar Pujales.

Comenzó bien el equipo de Jorge Otero, que conseguía tener el balón aunque sin crear demasiado peligro ante la portería de Toledo. A pesar de ellos, a los trece minutos se adelantaba en el marcador por mediación de Antón Vilas. El dominio de los aurinegros continuó tras el tanto, mientras que el Noia trataba de recuperar el balón para salir a la contra y sorprender a los boucenses, que conseguían defenderse bien.

La mejor oportunidad, y que puedo servir para sentenciar el encuentro en el caso de haberla materializado, fue para Gustavo Souto, que envió el balón fuera.

La segunda parte comenzó con un Rápido, de nuevo controlando el centro del campo y llegando con peligro ante la meta de Toledo. Las dos mejores fueron para Carlos Pereira, que por muy poco no consiguió poner el 2-0 en el marcador de Bouzas.

Y como el que perdona lo paga, llegó el tanto del Noia en una jugada a balón parado. El equipo no se vino abajo, y aún por encima se quedaban poco después con superioridad numérica tras la expulsión de Luis, que en el minuto setenta y tres veía su segunda cartulina amarilla.

El Rápido tenía el balón, lo movía con velocidad en el centro del campo, pero seguían sin la profundidad necesaria. El Noia esperaba agazapado para robar y salir a la contra, como hizo en el minuto 87, con un penalti muy dudoso que el colegiado señaló y que les valió los tres puntos.