Un punto es un punto. Y no está el Celta B como para despreciarlo. Especialmente si se suman ante un rival, la Cultural Leonesa, que aspira a estar a final de temporada en la pelea por los puestos de play off de ascenso. Ademas, el empate permite a los vigueses seguir aferrándose a Barreiro en su lucha por mantener la categoría. Van siete jornadas seguidas sin conocer la derrota en casa aunque a las tres victorias iniciales han seguido los últimos cuatro empates, escasos debido a la nefasta racha como visitante de un conjunto que solo ha conseguido a domicilio dos puntos de los treinta disputados. Sin embargo, en la delicada situación clasificatoria en la que se encuentra actualmente el conjunto de Javier Torres Gómez siempre es positivo sumar, sobre todo cuando el equipo cuenta con bajas importantes.

Porque ante la Cultural Leonesa el técnico del filial céltico presentó novedades obligadas en su once inicial. Iván Villar ocupó la portería, con Kevin en el lateral derecho, Diego Alende y David Goldar como pareja de centrales y Pancho Duclós en el lateral zurdo ante las ausencias de Samu y de Lucas Olaza. En el doble pivote, Borja Fernández estrenó pareja, el debutante Gustavo Ledes, quien dejó algunos detalles de lo que su zurda puede aportar. Por delante, la línea de tres mediapuntas estuvo formada por Luis Rioja, Guille Andrés y Julio Delgado, con Borja Iglesias como la referencia ofensiva.

Manteniendo la tónica de los encuentros en casa, el Celta B empezó el partido marcando territorio, con Kevin creando mucho peligro con sus internadas por la banda derecha. De este modo, llegaron las primeras ocasiones locales en las que Guille Andrés no acertó con la portería de Diego Calzado.

Pero un despiste en la marca y un error en la salida de Iván Villar permitieron a Aketxe aprovechar un córner al cuarto de hora para adelantar a los visitantes (0-1, min. 16). La Cultural, con el partido encarrilado, trató de dar un paso atrás para buscar cerrar el choque al contragolpe pero los visitantes no se mostraban excesivamente convincentes en defensa ante un filial céltico que tampoco derrocha capacidad creativa ante la meta rival.

Por eso, los minutos pasaban sin ocasiones claras hasta que un fallo en la salida de balón de Nacho Matador dejó solo a Guille Andrés ante Diego Calzado. Pero el mediapunta céltico no supo definir y estrelló su remate en el cuerpo del portero leonés (min. 32).

Eran los mejores minutos de un Celta B que seguía viviendo prácticamente en exclusiva de las internadas de Kevin. Un disparo suyo apenas dos minutos después obligó a Diego Calzado a despejar a córner con apuros. Y un centro del lateral vigués permitiría a Luis Rioja, en semi fallo, devolver el empate al marcador (1-1, min. 36).

El conjunto de Javier Torres Gómez había conseguido lo más complicado pero a punto estuvo de tirar el trabajo anterior por la borda en otro nuevo córner al filo del descanso. Afortunadamente para sus intereses, Gonzalo, adelantándose de nuevo a Iván Villar, cabeceó ligeramente alto.

Y otro despiste nada más reanudarse el choque también pudo costar muy caro porque la Cultural Leonesa dispuso de una triple ocasión tras un balón perdido en defensa que, milagrosamente, no acabó en gol.

El partido, como el día, empezaba a enfriarse. Mucho. Los minutos pasaban sin que sucediesen cosas sobre el césped con los dos conjuntos más preocupados de no perder el punto que tenían que pensando en ganar otros dos. Pese a todo, el Celta B pudo haber sumado una revitalizadora victoria en una llegada por banda izquierda de Julio Delgado, que puso un buen balón atrás para la llegada de Luis Rioja. Pero su remate se estrelló en el cuerpo de Santi Santos para marcharse a córner (min. 59).

Aunque también pudo perder un punto que puede resultar muy valioso al final de la campaña en dos veloces acciones de Babalola. En la primera, Iván Villar estuvo muy atento para meter la mano en el último suspiro y adelantarse al delantero leonés (min. 70). Y en la segunda, apenas dos minutos después, el meta céltico realizó una buena parada para despejar a córner su disparo abajo.

Aún quedaban prácticamente veinte minutos en los que ni locales ni visitantes asumieron mayores riesgos y en los que no se registraron ya acciones claras para variar el resultado. Solo alguna falta lateral o córner pusieron algo de incertidumbre a esa recta final de un partido en el que los dos daban ya por bueno el empate.