El Real Madrid sufrió más de lo previsto para conseguir una victoria imprescindible ante un Zalgiris Kaunas que, posiblemente, sea el rival más flojo en el grupo de la muerte, y al que acabó derrotando por 92-86, en una nueva exhibición de un Felipe Reyes que anotó 24 puntos y de Ayón que aportó otros 16 y consolidaron a un Madrid más irregular desde el exterior.