Los constantes contratiempos que está atravesando el Celta esta temporada ha permitido descubrir a Josep Señé. El catalán demostró la pasada temporada que el filial se le quedaba pequeño, pero pocos podíamos imaginar que tendría un sitio en la rotación del primer equipo.

Esta campaña el heredero del dorsal de Krohn-Dehli se ha consolidado como la revelación del equipo vigués. Ha sido una incorporación de lujo para Berizzo. El catalán siempre aporta detalles. En el duelo ante la UD Almería ya fue uno de los destacados del Celta. En Granada demostró que la versión firmada en los Juegos del Mediterráneo no había sido fruto de la casualidad y, nuevamente en la Copa del Rey, ha aportado razones de peso a su técnico para gozar de más minutos cuando necesiten descanso Nolito, Orellana o Iago Aspas.

Señé volvió a ser determinante ante el Cádiz. Su visión de juego en la mediapunta fue clave para que Guidetti provocase la pena máxima que supuso el primer tanto del partido. Su actuación la culminó con otra preciosa asistencia para que Drazic, que ya había desperdiciado dos ocasiones, anotase su primer tanto como futbolista del Celta de Vigo. El nivel que está demostrando el catalán es una gran noticia para un equipo con una plantilla tan corta. Como dijo el "Toto" en una ocasión: "pocos, pero buenos".