La primera jornada para El Olivo sin Carol, último choque de la primera vuelta, no deparó sorpresas. Ni siendo derbi vigués. El conjunto que entrena David Ferreiro es al grupo 1 de Segunda División lo que el Bayern a la actual Bundesliga: una máquina apisonadora sin compasión a la que le da igual si falta una u otra jugadora o si su baja es definitiva.

A priori, el adiós de la "9" local, el plus de interés por ser un derbi repetido estos años tanto en la liga como en la Copa Vigo y que las visitantes se encontraran en los puestos altos daba lugar a especular con la incertidumbre. Pero El Olivo es tan superior que a los 12 minutos ya vencía por 3-0 a un adversario que aguantó hasta el séptimo minuto con su puerta a cero.

No importó que la banda derecha del Pahíño estuviese encharcada por las lluvias de estos días. El Olivo sumó su decimosegunda victoria consecutiva, séptima en fila esta temporada en casa, y cerró la primera vuelta acumulando un nuevo registro de récord: 76 goles a favor y solo 6 en contra.

La crónica de una victoria más carece de emoción porque el líder ha decidido solventar sus compromisos por la vía rápida. El martillo pilón en que se ha convertido el equipo vigués ahoga todo soporte emocional en sus encuentros. El fútbol de las locales nace de una zaga sólida y aprovechamiento de las bandas para desbordar al adversario, mientras que la capacidad goleadora ya viene de serie.

En una jornada desagradable para jugar al fútbol, El Olivo encontró la suficiente inspiración para golear otra vez. Después de una docena de encuentros, récord de puntos (36) para un líder de este grupo en las cinco últimas campañas, sorprende que el Friol aguante a seis puntos de distancia, aunque la diferencia futbolística resulte abismal.

En esta oportunidad, el huracán Olivo se vio acompañada por la propia zaga sardomista, a la que la colegiada le adjudicó dos de los cinco goles que recibió el conjunto blanquiazul, el primero y el cuarto. El 1-0 llegó en un barullo tras saque de esquina. Joana puso el 2-0 dos minutos más tarde con un disparo cruzado (la colegiada lo anotó en el acta a Clo) y Ceci festejó el 3-0 antes de llegarse a la media hora de juego al marcar a puerta vacía tras superar la salida de Nusky. El resto del partido ya sobró.

El Olivo se limitó a intentar controlar un balón ingobernable con el paso de los minutos ante la pertinaz lluvia. Fue de agradecer, no obstante, que el Sárdoma siguiese peleando a la búsqueda del tanto del honor. Las de Pazó tuvieron un par de oportunidades, de Tania tras galopada y de Raquel después, pero sin suerte. La primera, muy clara, se fue desviada tras la magnífica carrera de la "9" sardomista; la segunda, un disparo desde la frontal del área, fue atajada por la meta local.

Lo demás, un batallar estéril. Hacía mucho tiempo que el partido había escrito su crónica y la afición, prácticamente muda toda la segunda parte, también lo entendió así.

Realmente, a Ferreiro le restan cuatro meses de trámite en los que ir preparando al equipo para la fase de ascenso mientras suma récord tras récord de puntos y goles. No hay más historia.