El español Rafael Nadal, segundo cabeza de serie, accedió este jueves a las semifinales del torneo de tenis de Doha (Catar) al batir, por 6-3, 5-7 y 6-4, al ruso Andrey Kuznetsov, de 24 años y 79 del mundo, en dos horas y siete minutos.

A diferencia de lo que ocurrió en el único partido precedente, en la pasada edición de Roland Garros, el mallorquín concedió un parcial a su adversario, superado en el tramo inicial del choque por la quinta mejor raqueta del circuito masculino pero certero cuando Nadal le abrió las puertas de la remontada en la segunda manga.

La pérdida de eficacia del zurdo mallorquín, que en 2016 confía en reencontrar el nivel y los resultados que antaño le auparon al primer puesto del ránking de la ATP, parecía algo improbable cuando, con un alto ritmo, fue capaz de someter golpe a golpe sobre la pista azul de Doha a Kuznetsov.

Cumplida la media hora, el español, ganador de 67 títulos individuales en el circuito profesional, dispuso de su primera oportunidad para anotarse, al resto, la manga inaugural aunque un error no forzado retrasó la conquista del set.

Campeón del torneo en 2014, Nadal cedió ese juego (5-3) y titubeó en el comienzo del siguiente cuando, ya con su saque, entregó dos puntos de manera consecutiva (0-30). Recuperó entonces la iniciativa el jugador de Manacor para cerrar la manga, por 6-3.

Mayor lucha presentó tras la pausa Kuznetsov, animoso en el cuerpo a cuerpo, profundo en sus ataques y premiado en el marcador: su primera pelota de rotura significó el 1-3.

No prorrogó mucho Nadal esta situación de desventaja tras apostar por la eficacia de sus golpes paralelos, recurrentes en el parcial de 3-0 que le permitió adquirir el mando (4-3).

Con todo a su favor para cerrar el encuentro, el español perdió la iniciativa y Kuznetsov igualó el choque (5-7).

Entonces era Nadal quien perseguía la bola por detrás de la línea de fondo mientras su rival dominaba la pista y remataba en la red.

Intentó salir Nadal de este enredo en el séptimo juego del tercer set, cuando rompió el saque del jugador ruso, pero tampoco este demarraje fue el definitivo porque a continuación se dejó el suyo. Así, el 4-4 anunció un final agónico, dada la resistencia de ambos.

Impuso en ese momento su veteranía y su temple el mallorquín.

Venció el siguiente juego al resto y aseguró el definitivo servicio en su camino hacia las semifinales, ronda en la que le espera el ucraniano Illya Marchenko, número 94 del mundo y verdugo del francés Jeremy Chardy.