- Capitán y bicentenario con el Celta a los 24 años. ¿Qué supone para usted?
- Es un orgullo para mí, una situación que no me la imaginaba: tanto la de ser capitán como la de llevar 200 partidos. Es una experiencia, una situación muy bonita y estoy disfrutando mucho de ella. Considero que tengo que dar un paso al frente y ayudar a los compañeros, tanto dentro como fuera del campo.
- Va camino de ser un referente en la historia del club. ¿Se ha fijado alguna meta al respecto?
- Mi meta es seguir creciendo como futbolista y como persona. Al final, el Celta me lo ha dado todo y me ha enseñado a jugar y a comportarme bien dentro y fuera del campo. Quiero seguir siendo la misma persona y ayudar al club que me lo dio todo.
- Mostovoi disputó 235 partidos en Primera con la celeste. Usted lleva 95. ¿Ese puede ser uno de sus retos personales?
- Estamos hablando de uno de los jugadores que ha hecho historia en el Celta, que marcó una época. Ojalá que algún día pueda superarle, pero de momento no estoy pensando en el número de partidos que puedo alcanzar sino en estar bien con los compañeros y ayudar.
- Por la edad que tiene sería posible alcanzar a Mostovoi.
- Sí. Todavía soy muy joven, tengo 24 años, y es cierto que esa ilusión no me la quita nadie. Quiero estar aquí muchos años, batir todos los records que pueda en cuanto a partidos, pero las cosas no son fáciles. Cada año hay adversidades, lesiones, sanciones o llega un entrenador que no cuenta contigo.
- ¿Cómo acogió el vestuario la marcha del anterior capitán?
- Para nosotros fue duro porque Augusto es un futbolista que aportaba muchas cosas, no sólo en el terreno de juego. Pero ya está: se fue y no vamos a llorar por ello. La Liga y la vida siguen. Tenemos que ser fuertes y hay otros compañeros que pueden suplirlo.
- ¿Les sorprendió que se marchase a mitad de temporada?
- Es raro que se te vaya el capitán en este momento. No es una situación fácil ni bonita, pero así sucedió y tenemos que aceptarlo; no queda otra.
- El primer clasificado ficha a un jugador clave del quinto. ¿Se está adulterando la competición?
- Está claro que el fuerte siempre tiene algo más de ventaja, pero sabemos a lo que nos exponemos y que mañana pueda suceder algo parecido con otro jugador; es algo que el club conoce, una situación que aceptamos.
- Berizzo apuntaba que otros jugadores tendrán que asumir el liderazgo de Augusto. ¿Es esa quizás la mayor pérdida para el equipo, más allá de lo que podía aportar el argentino en el campo?
- No, para eso está el grupo. Todos juntos tenemos que dar un paso al frente para tirar del carro. Queda mucha competición como para estar llorando la marcha de un compañero, aunque sabemos que es duro. Pero todos juntos vamos a dar un paso adelante y vamos a hacer olvidar a Augusto porque no queda otra.
- Una derrota en Málaga y un compañero abatido por los errores en los goles no parece la mejor manera de estrenar una capitanía.
- Está claro que gusta empezar ganando, sea con la capitanía, el año, la Liga, la Copa?, todo. Pero bueno, no se ha dado la ocasión. Hemos perdido y tenemos que estar enrabietados para hacerlo lo mejor posible en el próximo partido, ante el Cádiz, y, sobre todo, ante el Atlético de Madrid. Tenemos que dar un paso al frente, como ya dije, sacar los tres puntos y que todo vuelva a su cauce.
- ¿Cómo está Rubén Blanco?
- Bien. Está claro que no son situaciones bonitas, pero le va a venir bien para aprender. Todos hemos pasado por eso y Rubén tiene la cabeza bien amueblada. Le va a venir bien para aprender. Está en edad de aprender y en un futuro esto le hará más fuerte y podrá competir de una manera que ahora quizás le falte.
- El tropiezo en La Rosaleda les aleja de la cuarta plaza. Evidentemente, ese no era el objetivo del equipo. ¿El sexto puesto es lo que buscan este año?
- Nuestro objetivo inicial era la permanencia pero tenemos ambición. Una vez que tengamos asegurado ese objetivo, miraremos hacia metas más altas. Queremos estar lo más arriba posible y a día de hoy tampoco descartamos la cuarta plaza. Sabemos que es muy difícil, muy complicado porque hay equipos que están hechos para estos puestos, pero el Celta, trabajando como lo hace, siendo más equipo que nunca y con la solidaridad que demuestra, puede conseguirlo. Esa es nuestra principal fortaleza y mientras haya vida hay esperanza. Vamos a luchar para estar lo más arriba posible en la clasificación.
- ¿Con qué ambición afrontan la competición de Copa?
- Con la máxima ambición que se puede tener. Nos ha tocado un equipo complicado, pero tenemos que ir a Cádiz a hacer nuestro papel: jugar, ganar si se puede y rematar la eliminatoria en Balaídos. Tenemos mucha ilusión en la Copa y queremos llegar lo más lejos posible.
- ¿El mayor peligro es el exceso de confianza ante un rival de Segunda B?
- Sí, claro. La gente ya piensa que estamos clasificados pero no es así. No por ser un rival de Segunda B ya tenemos el partido ganado, sino al contrario: suelen ser partidos más difíciles porque ellos están más motivados, con ganas de hacerlo bien. Entonces, tenemos que estar atentos y, sobre todo, ir allí a jugar con mucha humildad porque sino nos pueden partir la cara.
- En todo caso, la eliminatoria sería más peligrosa para el Celta a un solo partido y en el Carranza. ¿Le gustaría que la Copa se disputase a un partido por eliminatoria?
- Sí, me gustaría que fuese así porque le daría más emoción a todas las eliminatorias. El ejemplo lo tenemos en Inglaterra, donde el rival de inferior categoría da la campanada muchas veces.
- Si superan al Cádiz, con cuatro partidos más se plantarían en la final. ¿Cómo lo ve?
- Primero, el Cádiz; y después, otra vez el Cádiz porque queda la vuelta. Y si pasamos, el que toque. Ya se verá.
- Dos derrotas seguidas y el domingo les visita el líder, a quien derrotaron el curso pasado en Balaídos. ¿Es mejor el actual equipo de Simeone que el del año pasado?
- Sabemos que es un equipo duro, fuerte, con grandes individualidades y que se ha reforzado bien. Será un partido muy complicado, muy difícil, sobre todo porque ellos llevan una buena dinámica: van líderes, estarán motivados, querrán mantener esa posición como sea... Pero nosotros venimos de dos derrotas, estamos rabiosos y tenemos ganas de que llegue el partido para poder darle la vuelta a la tortilla. Y qué mejor rival que el Atlético de Madrid.
- Augusto podría jugar de rojiblanco solo diez días después de dejar de ser el capitán del Celta. ¿No le suena raro?
- Se hace raro porque hasta hace unos días estaba con nosotros, era nuestro capitán. Pero así es el fútbol: unos vienen y otros van. Es nuestro amigo, pero en el terreno de juego no hay amistades.
- Apuntaba el verano pasado que esperaba que la afición pudiese ver al mejor Hugo Mallo. ¿Se van cumpliendo sus deseos?
- Una temporada es larga, hay momentos mejores y peores, pero la regularidad se está premiando, no solo en mí sino en todos los compañeros. Se está bien, con un buen equipo, que siempre da la cara y que mantiene un buen ritmo.
- ¿Cómo le ha ido la experiencia como central?
- Bien. Fue una experiencia bastante grata, me gustó. El técnico, cuando quiera, puede disponer de mí para ese puesto; yo estaría encantado. Es una posición que conocía de pequeño, pasó mucho tiempo pero me sentí bien.
- ¿Le gustó la experiencia?
- Sí porque mantuvimos la portería a cero y ganamos.
- ¿Se sintió más cómodo que en el lateral derecho?
- No porque ese es mi puesto. Lo otro fue por urgencia, pero me gustó.
- ¿Qué es lo que más le agrada de esta profesión?
- Poder hacer disfrutar a la gente, a los niños que sueñan con llegar a estar algún día en nuestra situación. Es emocionante ver esa ilusión en los ojos de un niño, nos gusta mucho. Somos unos afortunados por poder trabajar en lo que nos gusta.
- ¿Qué ha descubierto con la paternidad que acaba de estrenar?
- Es un mundo nuevo para mí. Ahora mismo solamente tengo ojos, pensamiento..., todo lo que hago ahora es por y para mí hijo. Estoy ahora aquí pero deseando llegar a casa para verlo.
- Luca, nombre elegido para el niño, ¿es en homenaje a alguien?
- No, fue porque nos gustó a su madre y a mí.
