El Coruxo cerró la primera vuelta del campeonato con una de esas victorias que infunden confianza y permiten ver el futuro de otra forma. Además, los vigueses suman la cuarta semana puntuando, con un calendario en el que figuraban Compostela, Ferrol, Celta B y ayer el Racing de Santander.

Evidentemente, el temporal de lluvia de los últimos dos días jugó un papel determinante en el desarrollo del juego del partido de ayer. A pesar de que el terreno de juego no se levantaba y ofrecía un magnífico aspecto, la realidad es que acumulaba una gran cantidad de agua, lo que obligó a ambos equipos a un planteamiento muy conservador. Con estas condiciones, fue imposible jugar horizontal, por lo que ambos equipos jugaron en largo para buscar un fallo del rival que propiciara un gol que sería determinante.

Rafa Sáez, entrenador del Coruxo, afirmó en sala de prensa que "fue un partido de los de antes", y no le faltó razón, ya que a pesar de las condiciones el desgaste físico de ambos conjunto fue máximo. Los dos buscaban presionar en el centro del campo para que el rival fallara y se generara un buena ocasión, como la que tuvo Ortiz a la media hora de juego, cuando recuperó un balón en el centro del campo iniciando una contra que lo dejó solo ante Óscar Santiago, pero su disparo salió fuera por muy poco.

En la segunda parte el guión continuó siendo más o menos el mismo de los primeros cuarenta y cinco minutos, si bien el cuadro cántabro dio un paso al frente y se acercó con más peligro al área de Brais. De hecho, Coulibaly dispuso de dos magníficas ocasiones, en los minutos 69 y 76, que pudieron desnivelar el encuentro al plantarse solo ante el guardameta vigués, pero por fortuna para el Coruxo sus disparos salieron fuera.

El desgaste físico no tardó en aparecer y a poco menos de media hora para el final del encuentro Ortiz le cedió su puesto a Salinas en punta de ataque. El delantero fue determinante en el desarrollo del encuentro, pues intervino decisivamente en la jugada del gol, al cederle el balón a Adrián Armental, que cruzó el balón ante la salida de Óscar Santiago.

A partir de ese momento el Racing de Santander inició el asedio de la portería viguesa. Munitis dejó una defensa de tres centrales para darle entrada a Chus Hevia, pero la solidaridad defensiva de los jugadores vigueses impidió que los santanderinos tuvieran claras ocasiones de gol. Fue, además, un partido con novedades en el "once" inicial al disponer el técnico de prácticamente toda la plantilla. De hecho, Pedro Vázquez se cayó de la lista y fueron Jon Vega, Ángel y Jorge Fernández lo que entraron en el "once" inicial, logrando mantener la portería a cero.