El Valladares no pudo empezar el año con buen pie, rompiendo su mala racha y encadenó ante O Grove su quinta jornada consecutiva sin conocer la victoria, con cuatro derrotas y un empate en este periodo, unos resultados que acercan a los vigueses a la zona complicada de la tabla clasificatoria.

Como en casi todos los encuentros de esta jornada, la intensa lluvia caída marcó el partido, propiciando que los primeros cuarenta y cinco minutos se vivieran prácticamente sin ocasiones y con ambos conjuntos apostando por el fútbol directo para no cometer un error que pudiese costarle muy caro.

De hecho, los visitantes estuvieron a punto de verse por detrás en el marcador en un despeje de Aitor que permitió a Álex Rey quedarse solo delante de Belay. Sin embargo, su remate acabó mansamente en las manos del portero.

La fortuna volvió a dar la espalda al Valladares poco después, en un córner cabeceado sin excesivo peligro pero que rebotó primero en Dani Ramilo y luego en Aitor para acabar en el fondo de la portería de Denís.

Los vigueses, en la reanudación, lograron devolver el empate el marcador también a balón parado, al cabecear Kiko Mintegui, al poco de entrar al campo, una falta lateral que se le escapó de las manos a Belay, aprovechando él mismo su rechace para marcar.

Poco le duró la alegría al Valladares porque en la siguiente acción, un saque de banda acabó con otro centro al área que no hubiera tenido mayores consecuencias de no haber rebotado en Tomás para envenenarse y sorprender a Denís, convirtiéndose en el 1-2 (min.65).

Quedaba aún mucho tiempo y los locales dispusieron de numerosas acciones a balón parado para haber conseguido rescatar al menos un punto pero no lograron generar ninguna oportunidad clara para marcar, viendo cómo otros tres puntos volaban lejos de A Gándara.