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El Celta encuentra su horma

Al equipo se le vuelve a indigestar el Athletic, que le derrota a los puntos en la despedida de Augusto

Daniel Wass disputa un balón con Balenziaga // Marta G. Brea

El Celta despidió el año con una derrota a los puntos, la cuarta de la temporada, que impide al grupo de Eduardo Berizzo igualar la mejor puntuación histórica en una primera vuelta. Cayó el Celta frente a un rival de primera fila, el talentoso y a la vez rocoso Athletic de Ernesto Valverde, que se ha vuelto atragantar a los celestes en Balaídos, esta vez en un duelo marcado por la el adiós de Augusto Fernández, que rindió su último servicio al equipo, y en el que el cuadro celeste puso más actitud que juego. Los celestes pusieron, como siempre, ambición e imprimieron un alto ritmo a su juego, pero les faltó claridad para generar ocasiones de peligro verdaderamente claras y acabaron entregando el partido en una pérdida de balón de Orellana -a falta de Nolito hombre que llevó el peso del ataque-, que habilitó un contragolpe letalmente ejecutado por Aduriz y Raúl García.

adiós al "negro"

Augusto decidió defender la zamarra de capitán hasta el último momento, un gesto inusual, el de jugar arriesgándose a sufrir una lesión que podía frustrar el contrato de su vida, que resume la profesionalidad con que el centrocampista argentino se ha comportado desde que fichó por el Celta en el verano de 2012. El compromiso del Negro, como se le apodó futbolísticamente en su país, con el equipo que le dio la oportunidad de jugar en Europa ha sido inquebrantable sobre el campo, donde ha realizado una transición de la banda al centro que le ha convertido en uno de los mejores medio centros de la Liga, y en el vestuario, donde ha servido de guía y ejemplo en los buenos y en los malos momentos. El Celta echará, y mucho, de menos su liderazgo. La afición lo sabe y premió su último servicio con una ovación al inicio del partido y cuando Radoja lo suplió en el segundo. Adiós Negro y buena suerte.

relevo en la portería

Aunque Berizzo anunció que los relevos en la portería serán, a partir de ahora, continuos, pocos esperaban que el técnico devolviese la titularidad a Sergio solo un partido después de habérsela entregado a Rubén Blanco, sobre todo después del buen partido realizado por el mosense. La decisión del preparador celeste establece, bien a las claras, que lla portería no tiene, por el momento dueño, lo que parece una buena señal para incrementar la competencia y, por ende, el nivel de una posición de por sí bien cubierta.

indigestión

No es el Athletic un rival que se le dé precisamente bien al Celta en los últimos años. El intenso equipo de Ernesto Valverde aúna talento y poderío físico, maneja con fluidez y criterio la pelota, ocupa con rigor el campo, domina el juego aéreo y es eficaz con la pelota detenida.

Quizá por eso le ha dado tantos problemas a Berizzo en las últimas temporadas. A estas virtudes opuso ayer el Celta, intensidad, ambición, rigor defensivo (especialmente reconfortante fue la actuación de Sergi Gómez), verticalidad y rapidez. Todo ello se tradujo en un duelo igualado, sin dueño claro, de ocasiones parejas y poco claras. Al final del primer tiempo, daba la sensación de que solo el talento individual o un error defensivo podría desequilibrar la balanza.Así fue.

se estira el Athletic

El Athletic se estiró tras el intervalo. Arrebató la pelota al Celta, que careció de continuidad, y comenzó a llegar con peligro al portal de Sergio. Raúl García cortejó al gol con un lanzamiento que sacó astillas al travesaño y Aduriz puso, casi a continuación, a prueba los reflejos de Sergio con un remate sin ángulo, que el Gato se sacó de encima con una gran parada. Valverde, que no ha perdido un solo partido en Balaídos en cinco visitas con tres equipos diferentes, sacó a Muniain en un clara declaración de intenciones de que iba a por el partido. Al Celta le faltó continuidad en el juego y pericia e imaginación en el último pase para hacer verdadero daño. Orellana fue el que llevó la batuta del ataque, pero no encontró una jugada ganadora, acaso por que Bongonda jugó demasiado pegado a la línea d e cal y Aspas, desconectado del resto, apenas entró en juego. Y, tras una pérdida de balón, la sociedad entre Aduriz y Raúl García fue mortal de necesidad.

último arreón

Solo tras el gol del Raúl García, que aprovechó un contragolpe para resolver con impavidez con mano a mano frente a Sergio, tuvo el Celta una tímida reacción con un disparo lejano de Aspas que se perdió por encima del portal de Iraizoz. Berizzo echó mano de Guidetti, que suplió al Tucu Hernández, Radoja relevó a Augusto y Drazic a Bongonda para buscar el empate en un arreón final sin premio.

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