Era eso, la guinda. La despedida perfecta. El Celta coqueteaba con la matrícula de honor ante una afición que agotó las entradas en el día previo al último encuentro del año. El equipo de Berizzo conoce el camino hacia el éxito. Fútbol vistoso y preciosista para poder sumar de tres en tres. Ese botín de puntos, el último de este 2015 de ensueño, tendría el simbolismo de presentar la candidatura a los puestos europeos. Además, supondría acercar a este conjunto a ser el mejor Celta de la historia en la primera vuelta.

Berizzo ponía sobre el tapete a su mejor once posible. El argentino apostaba por Augusto Fernández, que disputó sus últimos minutos como jugador del Celta. Sergio Álvarez, Sergi Gómez y "Tucu" Hernández, que volvía tras sanción, regresaban a una alineación en la que destacaba la ausencia de Nolito, futbolista franquicia, que estará de baja por lesión hasta mediados de enero.

El Celta, sin embargo, no es un equipo hecho para refugiarse en las excusas. No existen los pretextos para los valientes. Y el cuadro celeste volvió a tirar de casta, a ofrecer una versión sobresaliente para tumbar a un Athletic que desembarca en Vigo con el objetivo de sumarse a la lucha por Europa. El primer acto fue frenético. Sin pausa, con una intensidad brutal que dejó un choque de vértigo entre dos equipos que buscaban sólo una meta, los tres puntos.

El encuentro se iba al descanso con una ocasión por cada bando y con la polémica caída de Wass en el área visitante. En el segundo acto el intercambio de golpes comenzó a ser ya un hábito. El partido empezó a romperse. Desaparecía ese desequilibrio que tanto anhela Berizzo y que, por el contrario, tanto detestan la mayoría de los técnicos. El Athletic avisaba con un remate al larguero de Raúl García y con otro disparo de Aduriz que despejaba ´in extremis´ Sergio Álvarez.

El Celta continuaba asumiendo riesgos. Orellana se erigía como uno de los hombres más destacados del partido. El chileno era un quebradero de cabeza para la zaga rojiblanca. Cada vez hacía más daño entre líneas, pero a los celestes les seguía faltando el acierto en el pase final. El peligro moría una y otra vez cuando pisaba el área de un Athletic que hizo en Balaídos un ejercicio de solidez.

El fútbol, ese al que el equipo vigués mima tanto, volvió a ser esquivo. Una pérdida de Orellana, uno de los más destacados del choque, permitía al Athletic armar una contra que concluiría con una gran definición de Raúl García. El Celta supo encajar el golpe. Los de Berizzo respondieron al mazazo subiendo el ritmo y la intensidad a un partido que enloqueció en su recta final. Los vigueses tuvieron en sus botas el tanto de la igualada, pero faltó puntería. Incluso Hugo Mallo, con el brazalete de capitán, pudo celebrar sus 200 partidos con el primer equipo con un gol, pero el larguero impidió que el tanto subiera el marcador. Guidetti, que sigue lejos de su mejor versión, tampoco supo aprovechar el rechace.

El cuadro celeste deposita sus miras en La Rosaleda. Afronta el desafío de sobrevivir a Augusto Fernández y a esta derrota que suma a un rival de la entidad del Athletic a la lucha por Europa. El objetivo de la salvación sigue estando encarrilado. El sueño de lograr un billete para disputar una competición continental sigue intacto.

Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Augusto (Radoja, 76´), Wass, Pablo Hernández (Guidetti, 74´); Orellana, Bongonda (Drazic, 88´) y Aspas.

Athletic: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat, Raúl García; Merino Muniain, 59´), Williams (Eraso, 76´) y Aduriz (Kike Sola, 88´).

Gol: 0-1: Raúl García (70´).

Árbitro: Pérez Montero (comité andaluz). Mostró tarjetas amarillas por parte del Celta a Cabral, Bongonda y Radoja mientras que por parte del Athletic vieron cartulina amarilla Iraizoz, Laporte, San José, Laporte y Beñat.