Lo cierto es que la situación del centrocampista serbio presenta no pocas dudas, tanto en el aspecto físico, por la lesión en la ingle que le ha obligado a pasar por el quirófano, como competitivo, pues no disputa un partido completo desde el pasado 31 de octubre, cuando fue titular en la victoria rebañada en Anoeta (2-2) con un gol del Tucu Hernández en el descuento.

Radoja, que ha dedicado las últimas tres semanas a recuperarse de la lesión en la ingle de la que fue operado el pasado 2 de diciembre en Múnich, completó ayer con entera normalidad el entrenamiento vespertino celebrado por el equipo en las instalaciones deportivas de A Madroa y los médicos, según se recoge en el parte de enfermería, confían en darle hoy mismo el alta médica con la idea de que al menos pueda ser incluido por el técnico en partida que se medirá mañana ante el Athletic Club.

La falta de ritmo de competición del jugador balcánico, que suma cinco encuentros consecutivos sin entrar en una convocatoria y va a necesitar todavía algunos entrenamientos para ponerse a tono, sugiere que Berizzo podría utilizarlo, al menos en el duelo contra los leones, como recurso de banquillo.

La otra alternativa natural a Augusto que existe en el plantel es el vigués Borja Fernández. El canterano se ejercitó ayer con el primer equipo y las lesiones que afectan a diversas líneas de la plantilla, así como la previsible mudanza de Augusto al Manzanares hacen pensar en que Berizzo lo incluirá tanto en la partida para enfrentarse al Athletic como en la convocatoria para el duelo del próximo sábado ante el Málaga en La Rosaleda.

El entrenador celeste, no obstante, podría muy bien resolver la ausencia de Augusto Fernández con un cambio de dibujo, como hizo en el último partido contra el Granada cuando una sanción le impidió contar con Pablo Hernández. La solución de Berizzo fue entonces desplazar a Fabián Orellana a la media punta, por detrás de Iago Aspas, y situar a Josep Señé y a Bongonda (Nolito también causará baja por lesión frente a los leones) en las bandas.

Esta estrategia supondría desplegar sobre el césped de Balaídos un once prácticamente calcado al que conquistó con gran autoridad el estadio de Los Cármenes en el último compromiso del equipo antes de las vacaciones navideñas. Las novedades podrían afectar precisamente a la posición de pivote, que ante la previsible salida de Augusto ocuparía Pablo Hernández, ausente por sanción ante los nazaríes, y al eje de la defensa, donde Sergi Gómez volvería a formar pareja con Gustavo Cabral. El defensa barcelonés, que ya disputó algunos minutos al final del partido contra el Granada, se encuentra en condiciones de disputar un partido completo y todo hace indicar jugará desde el inicio. El sacrificado será previsiblemente Carles Planas, pues Jonny, que jugó en los Nuevos Cármenes como lateral derecho, volvería presumiblemente al costado izquierdo. El técnico se enfrenta además al problema de dosificar las fuerzas en una semana de doble partido por el desplazamiento del sábado a La Rosaleda.