Luis Hernández, uno de los pilares defensivos del Sporting de Gijón, figura en la agenda de futuribles que maneja el Celta de cara a reforzar su equipo la próxima temporada. El conjunto vigués se ha unido a un nutrido grupo de clubes que aspiran a hacerse con los servicios de uno de los jugadores que más atención han despertado en su primera temporada en la máxima categoría. El futbolista acaba contrato con el conjunto rojiblanco el próximo mes de junio y sus posibilidades de renovar son ahora mismo muy remotas. Además de las propias limitaciones que su deficiente situación económica impone al Sporting, el futbolista se siente desde hace tiempo infravalorado en comparación con Bernardo, su compañero en el centro de la defensa. El Sporting siempre le ha situado en un escalón salarial muy inferior en comparación con el central colombiano. A seis meses de tener la carta de libertad, Hernández sabe que está ante la oportunidad de firmar un buen contrato y sobre su agente revolotean diferentes clubes de Primera como el Celta, el Sevilla, el Getafe o el Deportivo.

Hernández, de 26 años,ha disputado por el momento 1.334 minutos en Primera (el que más en el Sporting) y es uno de los treinta más utilizados en lo que se lleva disputado de Primera División. Pese a jugar en la posición de central únicamente ha cometido diez faltas en los 15 partidos en los que ha intervenido y en los catorce primeros no había visto ni una sola tarjeta amarilla. Esa estadística resulta asombrosa para un defensa, pero da una idea de la clase de futbolista de la que estamos hablando. Sin embargo, en el último encuentro en el que participó, ante el Sevilla en El Molinón, recibió una doble amonestación por lo que se perderá el siguiente partido de los gijoneses en Liga. Ahí echó un pequeño borrón en la inmaculada hoja de servicios que presenta en su primera campaña en la máxima categoría.

El Sporting, plagado de jóvenes y prometedores futbolistas, es uno de los clubes en los que ha puesto más atención el Celta. El brillante mediocampista Sergio Alvarez es otro de los jugadores a los que la dirección deportiva sigue desde hace tiempo aunque su situación contractual no tiene nada que ver con la del central madrileño. Hernández ha llegado a un punto que le convierte en un jugador muy apetecible para cualquier equipo de Primera y una gran ocasión para él. En Gijón asumen que les será imposible retenerlo. Entienden que la hora para lograr su renovación ya ha pasado. Y por ahí ronda el Celta.