El viaje del Barcelona desde Japón fue largo y con un retraso de tres horas por el viento en contra, aunque la tensión se vivió fuera del avión, cuando antes de embarcar el argentino Lionel Messi fue insultado, e incluso escupido, por algún seguidor del River Plate en el aeropuerto de Narita (Tokio), algo que también padeció su compatriota Javier Mascherano en una situación idéntica, cuando fue increpado también por seguidores del equipo de Buenos Aires que le reprochaban no haberse acercado a ellos olvidando su origen, en el conjunto de Buenos Aires. El River Plate, a través de su presidente, se discupó públicamente por el incidente y lo atribuyó a algún garbanzo negro de su afición.