Celta B y Coruxo firmaron un empate que no deja contento plenamente a ninguno de los dos pero que sí hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Porque los locales pudieron haber sentenciado en una gran primera parte, plena de intensidad y en la que desperdiciaron múltiples ocasiones para haberse marchado al intermedio con una diferencia aún más amplia del 2-0. Sin embargo, los visitantes reaccionaron tras el intermedio, en el que Rafa Sáez realizó ya sus tres sustituciones, y lograron equilibrar de nuevo el marcador disponiendo incluso de tres buenas oportunidades en los instantes finales para haberse hecho con la victoria.

El inicio de partido no dio tiempo para ver realmente los planteamientos de ambos técnicos, porque el derbi saltó por los aires cuando el conjunto visitante todavía no había podido ni siquiera tocar el balón. Era la primera acción del choque y Julio Delgado se sacó de la manga un disparo casi a la media vuelta desde la frontal para colocar el 1-0 en el marcador cuando aún no se había cumplido el primero minuto de juego.

El tanto agigantó a los pupilos de Javier Torres Gómez y provocó el colapso absoluto de los de Rafa Sáez, que entraron en una increíble espiral de precipitación y errores. La buena presión arriba del Celta B complicaba muchísimo la vida a un Coruxo que dominó la posesión durante estos primeros cuarenta y cinco minutos pero sin crear el menor atisbo de peligro hacia la portería de Néstor y que, además, concedía demasiadas facilidades atrás.

El filial volvería a golpear nuevamente, aunque necesitaría dos intentos, por mediación de Guille Andrés a la media hora de juego (2-0, min. 32). Y con el Coruxo totalmente entregado, el Celta B tuvo aún otra ocasión para haberse marchado al intermedio con un 3-0 que hubiera dejado el derbi ya cerrado.

Después de la nefasta primera parte de su equipo, Rafa Sáez optó por realizar un triple cambio en el descanso. La variación dio sus frutos y cambió radicalmente el encuentro en su reanudación. El Coruxo empezaba a transformar su dominio de la posesión en acciones de peligro sobre la meta de Néstor, especialmente en acciones a balón parado.

El Celta B empezaba a acusar el tremendo desgaste físico realizado en la primera parte pero, aún así, tuvo otra oportunidad para meterse el derbi en el bolsillo. Y como suele ocurrir, se cumplió el tópico y el que perdona acaba pagándolo. No dio tiempo si quiera a ver si la entrada de Brais Méndez por Julio Delgado permitía al Celta B asentarse y blindar mejor su centro del campo. Porque Adrián Armental recogió un buen balón interior para superar a Néstor en su media salida y meter de lleno al Coruxo en el derbi (2-1, min. 73).

El tanto encajado fue un mazazo para los pupilos de Torres Gómez, tocados anímica y físicamente. Todo lo contrario ocurría con los jugadores de Rafa Sáez. Ortiz, con un cabezazo a centro de Rafa Mella solo dos minutos después, pudo haber logrado el empate pero se encontró con una sensacional intervención de Néstor.

Una igualada que acabaría llegando a balón parado, en un saque de esquina en el que Armental buscó la cabeza de Santi Comesaña casi dentro del área pequeña (2-2, min. 85).

El derbi agonizaba y el Coruxo tenía contra las cuerdas a un Celta B que suspiraba por el pitido final para sumar un punto que en la primera parte parecían tres pero que ahora veía seriamente en peligro.

Como así fue. Un disparo cruzado de Antúnez fue el preludio de una última acción que pudo haber completado la remontada visitante. Fue un potente remate de Raúl Medina culminando una veloz acción ofensiva del conjunto de Rafa Sáez que se encontró con otra salvadora mano de Néstor para desviar el lanzamiento a córner y evitar el gol. Una parada que confirmó el empate final. Un tiempo para el Celta B y otro para el Coruxo. Y un punto para cada uno.