El derbi hispalense acabó con la lógica que dan las estadísticas de los dos en lo que va de Liga, pues al Betis le cuesta una barbaridad ganar como local, con seis partidos consecutivos sin vencer, y el Sevilla aún no ha ganado de visitante, por lo que el 0-0 campeó en un choque tenso y sin calidad.

El Betis estuvo mas incisivo en la primera parte pero sin crear nunca verdadero peligro, mientras que el Sevilla dominó más en la segunda, aunque sin acertar el francés Kevin Gameiro en las dos ocasiones que tuvo.

Era un partido, como siempre en los choques entre los 'eternos rivales', de más de tres puntos, con el estadio repleto, los equipos igualados en la tabla y con muchas ganas de ganar. Pero al final se impusieron la bronca, las triquiñuelas y la tensión a cualquier atisbo de juego.