Son días propios para la reunión con familiares y amigos; largas veladas alrededor de la mesa. También las empresas congregan a sus empleados para cumplir con estos rituales. Sucede con el Celta. El consejo de administración, con Carlos Mouriño al frente, organizó unos pinchos en el hotel NH Palacio de Vigo. Acudieron la gran mayoría de miembros de todos los estamentos: técnicos, auxiliares y jugadores de la cantera y la plantilla profesional, administrativos, ejecutivos, encargados de las instalaciones... Se echó en falta al director general, Antonio Chaves, lo que siempre levanta suspicacias en época de traspasos, y al consejero Primitivo Ferro. Sí estaba el director deportivo, Miguel Torrecilla.

Es Augusto el que concita todas las miradas -Nolito se ausentó, probablemente para asistir al funeral de su tío Marco Antonio Agudo, al que llamaba hermano y que falleció el jueves-. El capitán aún ejerce las obligaciones del cargo. Se dirigió a los presentes igual que los otros que le suceden en la jerarquía: Cabral, Hugo Mallo y Sergio Álvarez. Mouriño ofreció su propia felicitación navideña.

Desde allí se dirigieron al espectáculo organizado en la nueva sede. Sobre una de las fachadas se proyectaron los mensajes navideños del primer equipo. "El cuerpo técnico del Celta quiere desearles unas felices Navidades, que las pasemos en harmonía, en paz, todos juntos, disfrutando del equipo, disfrutando de la afición, disfrutando del estadio y disfrutando de ser una gran familia", proclamó Berizzo.

Mouriño cerró el vídeo con su discurso institucional: "Familia celtista, desde todos los departamentos del Real Club Celta os queremos felicitar estas fiestas y desearos un gran año nuevo. Desde la paz que nos puede hacer a todos un poco mejores y la tranquilidad que nos da la solidez deportiva de un proyecto que se está consolidando con la tranquilidad económica, creemos ver un futuro muy estable", se ufana el mandatario. "Pero lo más importante, lo que le da sentido a todo esto, lo que lo abraza y lo hace fuerte, es la comunión entre la afición, el equipo y la ciudad. Con mucho cariño, felices fiestas, hala Celta", cierra con un enérgico gesto.