Gesta del Rápido de Bouzas en Ciudad Rodrigo. La escuadra boucense, que defendía el 1-0 obtenido en el encuentro de ida en el Baltasar Pujales, se ha clasificado para octavos de final de la Copa Federación. El conjunto vigués tuvo que sufrir más de lo que se merecía. Las dificultades que sufrieron los hombres de Jorge Otero para transformar su dominio en goles les obligaron a jugársela en la prórroga, periodo en el que sí se mostraron contundentes. El Rápido prolonga así su buen estado de forma en una campaña que puede resultar histórica.

Jorge Otero alineó a Álex, Pablo Fernández, Ross, Benavides, Oki; Iago Pérez, Gabi Misa, Manu, Marcos; Tomás y Youssef. El técnico ha podido ir repartiendo minutos a todos los miembros de su plantilla y con excelente aprovechamiento. Si en su grupo de Tercera, en la Liga, el equipo aurinegro es cuarto y se mantiene desde hace varias jornadas en la zona de promoción de ascenso, en Copa Federación ha ganado la fase gallega y también ha superado con solvencia la primera eliminatoria a nivel español.

El Ciudad Rodrigo plantó cara y logró adelantarse en el minuto 20. David aprovechó un fallo defensivo del Rápido para engatillar desde dentro del área. Fue la manera de resolver una jugada de estrategia, el principal medio del Ciudad Rodrigo para generar peligro.

Los boucenses aguantaron bien esos momentos de dificultad y la presión de un campo que registró una gran afluencia de público, con presencia incluida de medio centenar de hinchas vigueses. Los hombres de Jorge Otero se adueñaron del juego en la primera mitad y rondaron el área local. Dispusieron incluso de ocasiones para nivelar la contienda, pero este Rápido tiene como principa defecto esa dificultad para concretar y rentabilizar todo el juego que genera.

El público que abarrotaba el Francisco Mateos intentaba ejercer su papel y presionar al trío arbitral, que mostró temple y experiencia. Y así, la segunda mitad se desarrolló en parámetros parecidos, sin que ninguno de los dos rivales acertase a resolver la eliminatoria a su favor, con la permanente sensación de que era el Rápido el que más cerca lo tenía, pero también con el miedo a acabar pagando en la tanda de penaltis todo lo perdonado anteriormente.

Por fortuna, el reglamento de la Copa Federación establece que los empates han de intentar resolverse primero en la prórroga y ahí el Rápido sí aprovechó su mejor condición física. Mientras varios de los locales sufrían calambres, los de Otero incrementaron su presión.

En el minuto 15 de la prórroga, Carlos Pereira marcaba el empate de penalti y dejaba al Ciudad Rodrigo con la necesidad de meter dos goles para ganar el encuentro. Demasiado empinada esa cuesta. El Rápido, por si acaso, deshizo cualquier mínimo atisbo de incertidumbre en el minuto 25. Tomás marcaba de cabeza el 1-2 gracias a una excelente asistencia de Carlos a modo de centro sobre el área.

La expedición del Rápido inició el camino de vuelta a casa a la conclusión del encuentro, feliz por la clasificación y agradecido al excelente trato recibido por el Ciudad Rodrigo.