El suspendido presidente de la FIFA, Joseph Blatter, compareció ayer ante el Comité de Ética del organismo, en un caso que podría terminar con el suizo sancionado durante años para trabajar en cualquier asunto vinculado al deporte.

La FIFA se está recuperando del peor escándalo de corrupción en sus más de 100 años de historia, con 41 personas, entre ellas varios jefes de federaciones nacionales de fútbol, acusadas por fiscales estadounidenses y con Blatter bajo una investigación penal en Suiza.

El dirigente suizo, que debe dejar el cargo el 26 de febrero cuando sea elegido su sucesor, llegó a la sede de la FIFA en Zúrich acompañado por uno de sus abogados.

El suizo fue suspendido el 8 de octubre de toda actividad relacionada con el fútbol durante 90 días, al igual que el presidente de la UEFA, Michel Platini, en espera de una investigación. Las pesquisas de la FIFA comenzaron a raíz de la decisión de la fiscalía suiza de abrir un proceso penal contra Blatter sobre el pago de cerca de 2 millones de dólares a Platini en 2011.

Blatter y Platini han negado cualquier irregularidad y el francés, que tenía la intención de postularse para la presidencia de la FIFA, debía comparecer ayer ante el Comité de Ética, pero se negó a asistir diciendo que el proceso en su contra es netamente político.

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, propone conceder el Premio Nobel de la Paz a Blatter. "Es una persona muy respetable que ha hecho mucho por el desarrollo del fútbol mundial. Su contribución en la esfera humanitaria ha sido colosal. ¡A él hay que darle el Premio Nobel de la Paz!", afirmó Putin en la conferencia de prensa anual.

Putin destacó que Blatter, con el que mantiene una estrecha relación desde que Rusia fuera elegida sede del Mundial de 2018, "siempre intentó utilizar el fútbol no sólo como deporte, sino como elemento de cooperación entre países y pueblos".

"Si hay elementos de corrupción en la FIFA eso lo debe demostrar la investigación. Pero por ahora no hay resultados de la investigación. Algunos reconocen su culpabilidad y otros se desdicen", señaló. Además, Putin denunció "intrigas" en el seno del fútbol y aseguró que ningún país, en clara alusión a EE UU, puede extender un jurisdicción a otros países, "más aún en el caso de organizaciones internacionales". podíamos haber ejercido ninguna presión", señaló.