El derbi vigués del domingo en Barreiro, 16 horas, se presenta como un duelo táctico entre los dos entrenadores. Javi Torres, entrenador del filial céltico, tiene un serio problema con las sanciones de David Goldar y Borja Fernández. UNa situación totalmente distinta tiene Rafa Sáez, quien después de mucho tiempo dispone de la práctica totalidad de la plantilla, ya que solamente cuenta con la baja de Diego Lamas, que no volverá hasta mediados de enero.

Javi Torres se verá obligado a mover dos piezas claves en el equipo. David Goldar ha vuelto a ser una pieza clave en el eje de la defensa, y tras pasar el lunar de la temporada pasada volvió por sus fueros y ha sido titular indiscutible para el técnico. Su ausencia obliga al técnico a recomponer la defensa, y tras lo visto a lo largo de la temporada dispone de varias alternativas que han funcionado a la perfección. Lo más probable es que el domingo, la pareja de centrales sea la formada por Jonathan de Amo y Diego Alende. Los dos han jugado en esa posición en diferentes partidos de la temporada y se ha mostrado como una pareja sólida y resolutiva.

Los problemas del técnico celeste no acaban ahí, ya que tendrá que recomponer una de las líneas más complicadas, como es sustituir a Borja Fernández, el otro sancionado. En este caso el problema no es sustituir a un jugador por otro, sino que lo complicado es encontrar el jugador que aporte lo mismo que el medio centro.

La opción que cobra más fuerza para salir en el "once" titular ante el Coruxo es la pareja formada por Pape y Jordan, que en más de una ocasión ya ha jugado en esa posición consiguiendo superar la prueba con nota.

Lo que es evidente es que el técnico celeste deberá hilar muy fino, ya que el equipo lleva cuatro jornadas sin conocer la victoria, con dos empates y dos derrotas. Lo peor es que en esos cuatro encuentros ha encajado nueve goles, seis en Ferrol, lo que sin lugar a dudas le confiere más importancia al encuentro del próximo domingo en el campo de Barreiro.

La situación de Rafa Sáez al frente del Coruxo es totalmente diferente. El equipo de O Vao consiguió romper una racha negativa de tres jornadas consecutivas sin lograr un solo punto, y lo hizo con una victoria contundente ante el Compostela y un empate en el campo de líder, con un nivel futbolístico muy alto.

El Coruxo llega a este derbi con los deberes hechos y con una tranquilidad que otros muchos quisieran. Rafa Sáez tuvo que disputar durante estas últimas temporadas muchas partidas de ajedrez, colocando a sus jugadores en distintas posiciones para cubrir la plaga de ausencias que lo forzaron, en varias ocasiones, a echar mano de jugadores juveniles que, incluso, disputaron varios minutos de juego.

Ahora el técnico se encuentra en la tesitura contraria, con toda la plantilla disponible y la posibilidad de presentar diferentes alternativas en el choque de rivalidad ante el Celta B.

A estas alturas sorprender al rival es algo tremendamente complicado, pero cuando Rafa Sáez está por el medio todo es posible, aunque lo más normal es que el técnico de A Seca ponga en liza el mismo "once" que en tan buen resultado le ha dado en las últimas dos jornadas.

Brais será una semana más indiscutible bajo palos, con una defensa de cuatro en donde Cifuentes y Cristóbal serían los centrales con las bandas para Rafa Mella y Pablo García; el doble pivote para Acoidán y Raúl Medina con un centro del campo para Adrián Armental, Santi Comesaña y Pedro Vázquez con Ortíz en punta de ataque. Lo que está claro es que el Coruxo no saldrá a especular con la igualada inicial, y buscará un tanto que le otorgue los tres puntos en juego.

Una vez más el derbi vigués se jugará también fuera del terreno de juego. Los banquillos volverán a ser parte fundamental en el desarrollo del enfrentamiento y será parte importante en el desenlace final. Una partida de ajedrez en donde los dos técnicos tratarán de colocar sus fichas en las mejores casillas para llevarse la partida que suele resolverse por pequeños detalles.