La cantera del Celta continúa proporcionando réditos al primer equipo, que mantiene una importante presencia de jugadores de la casa en el once titular e incorpora nuevas caras a la alta competición cuando las circunstancias requieren de una solución de urgencia. El último en incorporarse a la rueda ha sido el internacional juvenil Pape Cheikh, de 18 años, que se estrenó el pasado sábado frente al Espanyol en Primera División.

El futbolista hispano-senegalés es el séptimo jugador del filial que debuta en el primer equipo a las órdenes de Eduardo Berizzo y el cuarto que dispone de minutos en Primera División con el preparador argentino, que el pasado curso hizo debutar en la máxima categoría Borja Fernández y a Borja Domínguez -Samuel Araújo debutó además en la Copa del Rey- y con quien se han estrenado esta temporada el portero Néstor Díaz, el atacante Josep Señé y el defensa central Diego Alende, este último también en la Copa.

Cheikh, que saltó al césped de Balaídos para sustituir al lesionado Nolito en los últimos cinco minutos del partido contra el Espanyol, estaba ayer feliz con su debut con el Celta en la máxima categoría. "Al principio, antes de entrar, estaba nervioso, pero una vez en el campo solo pensaba en el partido y nada más. Lo importante ha sido conseguir los tres puntos. Y nada, muy contento", declaró ayer el joven centrocampista en rueda de prensa en A Madroa.

Pape, que seguramente dispondrá también de minutos en el inminente duelo copero ante el Almería, confesó que no esperaba que su estreno en Primera División le llegase tan pronto. "No esperaba debutar tan joven, pero estoy muy contento porque era algo con lo que soñaba desde hace tiempo", explicó.

El debut con el primer conjunto celeste fue el momento de mayor felicidad de la incipiente carrera de Pape, que también recuerda con gran ilusión su debut con la selección española. "Nunca había estado tan contento como después del partido del otro día. Ha sido algo mágico", aseguró.

Al joven centrocampista le emocionó especialmente el mensaje que le envió su madre después del partido. "Fue el que más ilusión me hizo porque a ella nunca le ha gustado el fútbol. Ahora no tiene más remedio que ver a su hijo jugar al fútbol", relató.

Aunque su debut se produjo en un momento delicado del partido, tras lesionarse Nolito, Pape explicó que Berizzo solo le pidió que estuviese tranquilo. "Me dijo que saliese, que lo hiciese lo mejor posible y que no me pusiese nervioso porque los compañeros me iba a ayudar", reveló el internacional canterano, que ha encontrado en el capitán, Augusto Fernández, en su gran referente y valedor en el primer equipo. "Augusto siempre está ahí ayudándome y aconsejándome. Siempre le pregunto qué tengo que hacer, en qué tengo que mejorar. Es un tipo increíble, siempre está ahí para ayudarnos a los jóvenes", subrayó.