La derrota en Vigo, agravada por el hecho de haber jugado todo el segundo tiempo con ventaja numérica tras la expulsión de Pablo Hernández, le ha salido cara a Sergio González. El Espanyol anunció ayer la destitución del entrenador, cuyo puesto será ocupada por otro exfutbolista del club "perico", el rumano Constantin Galca.

En el entorno espanyolista la derrota en Balaídos había dejado muy mal cuerpo. Y mucho más por las circunstancias en las que se produjo, con el Celta desplegando un recital con diez futbolistas mientras los barceloneses eran incapaces de generar problemas en la portería viguesa. Tras el partido se decía que Sergio se jugaría el puesto en el partido del sábado contra Las Palmas, pero finalmente el consejo de administración tomó una decisión tajante y antes de lo que cabría esperar. Ayer por la mañana se confirmó su destitución.

Galca firma hasta final de temporada y fue presentado ayer en el auditorio del estadio blanquiazul sobre las 20.00 horas, una vez concluida su primera sesión de entrenamiento. Estará acompañado por el presidente del club, Joan Collet, y el director deportivo, Óscar Perarnau, que explicarán los detalles de esta nueva etapa.

Así, Galca vivirá una segunda etapa en el Espanyol tras ser jugador del primer equipo entre 1997 y 2001 y ganar una Copa del Rey (2000) y una Copa Catalunya (1999) como espanyolista. Fue clave en sus temporadas en el centro del campo del equipo 'perico' y gracias a sus buenas actuaciones dio el salto al Villarreal.

Como entrenador empezó en el filial del Almería en la temporada 2009/10, club en el que colgó las botas como jugador en 2006. En la temporada siguiente se convirtió en seleccionador Sub-17 de su país, Rumanía, donde también entrenó la pasada temporada al Steaua de Bucarest para llevarlo al triplete del país, ganando Liga, Copa y Copa de la Liga.