Un gol en propia puerta de David Juncà dio un punto al Valencia en Ipurúa cuando peor lo tenía, después de haber sufrido un penalti en contra y la expulsión del argentino Lucas Orban, en un partido que el Eibar tuvo controlado.

El inglés Gary Neville que debutó en el banquillo valencianista con derrota en la Liga de Campeones, sumó su primer punto en la Liga, pero su equipo sólo dio una buena impresión en los últimos minutos.

Los guipuzcoanos, que habían perdido tres partidos seguidos (dos de Liga y uno de Copa del Rey), desaprovecharon un penalti, en el que el portero Jaume Domenech despejó el lanzamiento de Saúl Berjón. Además, se marcaron el gol del empate en propia puerta.

El partido comenzó con los dos contendientes presionando mucho al rival, por lo que era difícil maniobrar. El Eibar, que jugó con mucha agresividad, llevó la iniciativa, mientras el Valencia esperaba replegado atrás para salir rápido al contragolpe.

Los blancos empataron en una jugada afortunada y embarullada, en la que André Gomes tocó el balón, que golpeó en David Juncà, y el balón entró poco a poco en la portería de Asier Riesgo, quien había salido fuera de su marco.

En el último momento, incluso, el Valencia tuvo la ocasión de dar la vuelta al marcador, después de que Ramis fuese expulsado por derribar al último jugador, pero Paco Alcácer lanzó fuera la falta.