El Barça se despidió de la Liga antes de viajar a Japón para disputar el Mundial de Clubes con un inesperado empate en el Camp Nou, ante un Deportivo que comprometió el liderato de los azulgranas al igualar un partido que perdía por 2-0, como sucedió en el último encuentro de la pasada temporada. Sin dar ni una sola patada de más y en un gran segunda mitad, el conjunto gallego puso algo más de emoción al campeonato.

Y eso que la primera parte fue totalmente azulgrana. El Barça, eso sí, necesitó 38 minutos para doblegar la resistencia de los deportivistas. Y lo logró, cómo no, a través de Messi, que ejecutó magistralmente un libre directo desde la frontal para hacer inútil la estirada de Lux.

El Depor, pese al esperado dominio local, aguantó bien la primera mitad. La pasada campaña, en el último partido del curso, visitaba el Camp Nou en busca de la salvación. Esta temporada, en cambio, ha dejado de transitar por la cornisa del descenso con un fútbol muy solido que le hace mirar a Europa.

El equipo de Víctor Sánchez del Amo demostró que nada tiene que ver con el del año pasado. Con las líneas bien juntas y ordenado atrás, se defendió con criterio durante todo el primer tiempo y no regalaba una balón en cada salida.

Además, con Fayçal, Jonathan y Lucas Pérez como puntas de lanza, amenazaba al Barça a la contra. En una de ellas, pasado el cuarto de hora, Bravo tuvo que salvar el que podía haber sido el 0-1, en un mano a mano con Jonathan.

No inquietó más el conjunto gallego antes del descanso. Lo mejor estaba aun por llegar. Jonathan tuvo dos casi seguidas delante de Bravo al inicio de la segunda mitad. El Barça vio entonces que su rival iba en serio y empezó a desperezarse. El árbitro anuló un gol a Luis Suárez por un riguroso fuera de juego, a Messi se le escapó el segundo en una jugada personal y Rakitic por fin pudo hacer el 2-0 en un disparo seco desde la frontal.

Quedaba media hora y el Barça parecía tener controlado el encuentro. Nada más lejos de la realidad. La entrada de Cardoso revolucionó el partido. Una vaselina suya pegaba en el travesaño y el rechace era aprovechado por Lucas Pérez, cuyo tanto no subiría al marcador por fuera de juego.

En la jugada siguiente, el goleador del Depor no perdonó tras recibir una balón entre líneas de Cardoso para encadenar su sexto partido seguido marcando. El Deportivo era un vendaval. Y en el Barça, Messi hacía muchos minutos que andaba desaparecido, Mascherano y Mathieu sufrían y el centro del campo azulgrana empezaba a romperse por un agotado Busquets.

Cardoso y Fayçal lo volvería a intentar sin ver puerta antes de que Bergatiños recibiera dentro del área y cruzara el balón para hacer el tanto del empate a falta de cinco minutos para el final. No hubo reacción en el conjunto azulgrana. Huérfano del lesionado Neymar, su jugador más en forma, y con Messi ya desconectado, fue incapaz de encontrar el tercero. El Barça sumó así su tercer empate en ocho días.