Derrota de Alberto Loureiro, pero con sabor a victoria. El vigués disputó el título mundial júnior de savate, modalidad también conocida como "boxeo francés", en casa del campeón, Adrién Vergne, en la localidad gala de Amiens. La dificultad en tales condiciones era extrema. "Sabíamos que teníamos que darlo todo desde el principio y así fue", describe el entrenador de Loureiro, Simón González.

Loureiro dominó en los dos primeros asaltos de forma rotunda. En el tercero su intensidad se redujo, aunque debió mantener el dominio en la puntuación. En el cuarto los jueces decretaron una cuenta de protección a Loureiro, decisión que Simón González no comprende y que benefició a Vergne, que acabó haciéndose con el triunfo a los puntos. Un resultado que incluso provocó algún abucheo entre los espectadores franceses. "No nos sentimos perdedores en ningún momento", describe González.

Loureiro, que alterna el savate con otras disciplinas como el full contact y el boxeo, volverá a combatir el 5 de marzo en un homenaje que se le hará en Ourense precisamente a Simón González, trece veces campeón del mundo de kickboxing y que se ha quedado parapléjico a raíz de un accidente doméstico.