Gonzalo Basconcelo y Ester Navarrete firmaron ayer un doblete muy especial para el Real Club Celta de atletismo al imponerse en la segunda edición de la Invasión Celeste, organizada por la Fundación Celta y por la empresa Singletrack Outdoor Sports y que contó con la participación de cerca de 1.500 atletas.

Los chiquipeques (los participantes más pequeños de entre cinco y dos años, que completaron una distancia de cincuenta metros) fueron los que abrieron la jornada competitiva dentro de Balaídos, que vivió un gran ambiente festivo con unos padres volcados en animar a sus pequeños atletas. La suya era una prueba meramente participativa, sin clasificación.

En una jornada soleada y sin lluvia, aunque con la línea de llegada algo embarrada por la lluvia del día anterior, tomaron la salida a continuación los benjamines, alevines, infantiles y cadetes. Todos ellos completaron una distancia de un kilómetro, con salida y meta dentro del estadio. Los más rápidos en esta carrera fueron el infantil Pedro Vázquez, que empleó un tiempo de 3:09 minutos; y la cadete Sara Lima (C.S.C.R. Beade), que paró el crono sólo con un segundo más que el ganador.

Y, por fin, llegaba la prueba absoluta, en la que los célticos Gonzalo Basconcelo y Ester Navarrete cumplieron a la perfección con su papel de favoritos al triunfo en la carrera de su club.

Basconcelo sube así un escalón con respecto a la primera edición (fue segundo en 2014). Ayer ganó con relativa facilidad, parando el crono en 20:06. El segundo clasificado, Marco Antonio Valverde (Val Miñor) necesitó 28 segundos más en completar los seis kilómetros de recorrido. José Alberto Bastos, reciente ganador de la Nocturna de Bembrive, completó el podio (20.41).

Nada más tomar la salida, se formó un grupo de cabeza formado por unos cinco corredores. Rodaron juntos hasta Castrelos. Ahí Basconcelo probó a sus rivales por primera vez. Impuso un ritmo cómodo y no le costó volver a hacer otro cambio una vez que tomaron dirección de nuevo al estadio. Enseguida vio que nadie era capaz de seguir su ritmo y ya corrió en solitario hasta alzar victorioso los brazos en la meta de Balaídos. Tierra Santa para él.

Igual de especial fue el triunfo para Navarrete, aunque ella ya había saboreado las mieles de la gloria céltica el año pasado. Este año repitió pese a estar recién recuperada de una lesión en el Aquiles y pese a la fiebre que padeció en los dos días previos a la carrera. Cruzó la meta con un tiempo de (23:09). La segunda clasificada, la también céltica Cristina Estévez, lo hizo en 25:43 y la tercera, Teresa Vázquez (Athletics), en 27:17.