El Olivo suma y sigue. Y ya es campeón de invierno a falta de dos jornadas para que concluya la primera vuelta. Con seis puntos de ventaja sobre Friol y Mareo, ambos con 24, y un temible +60 en el gol-average general, las de David Ferreiro se cuelgan un mérito más, aunque sea de carácter más honorífico que definitivo.

El Municipal Pahíño recibió un nuevo duelo gallego que acabó con goleada, un guión que esta temporada parece escrito antes del inicio de cada encuentro. No obstante, en esta ocasión las locales pasaron por algunas penalidades para conseguir su objetivo.

Porque el rival realizó una faena aseada, de táctica impecable, dificultando la circulación del esférico al líder. El Orzán plantó cara. Claro que el potencial de las viguesas es demasiado para sus rivales aunque la táctica de su oponente sea de partida de ajedrez. Así, Pauleta ponía el esférico desde la línea de fondo para la llegada de Joana, quien metía la bota adelantándose en la acción a la portera visitante para abrir el melón (1-0).

Al líder le había costado casi media hora adelantarse, pero a partir de ese instante el encuentro fue otro. Tanto que hasta tuvo la suerte de cara al marcar el segundo ya sobre el descanso. Natalia colocaba un pase en profundidad y María Calvar tocaba lo justo para superar a Marie. Partido resuelto, porque la segunda mitad ya fue otro cantar. Con dos goles en contra ante un equipo en racha, el Orzán dejó discurrir los minutos agotando fuerzas poco a poco mientras las de David Ferreiro seguían a lo suyo, es decir, buscando un resultado más amplio. Clo y la activa Joana, esta vez de disparo desde la frontal, dejaron el marcador en un claro 4-0. Si acaso, la novedad sería que Carol no marcó, pero en esta ocasión Ferreiro solo la utilizó en la última media hora.