Una de las mejores noticias del duelo celebrado el pasado sábado en el Benito Villamarín ha sido el rendimiento de Theo Bongonda, un futbolista que hasta la fecha había tenido muy poco protagonismo en la vida competitiva del Celta y que se perfila como una buena alternativa para incrementar las opciones de ataque del conjunto que dirige Eduardo Berizzo.

El joven jugador belga fue la única apuesta de Miguel Torrecilla para reforzar el equipo en el pasado mercado de invierno, aunque su protagonismo en el equipo ha sido, hasta la fecha, muy escaso. Bongonda, que llegó a Vigo a comienzos del pasado mes de enero, disputó el pasado curso 8 encuentros, ninguno de ellos como titular. Ciento veintiocho minutos en total en los que proporcionó al equipo un gol y una asistencia. El gol lo consiguió, casi sobre la bocina, el jugador belga ante el Granada en el estadio de los Cármenes y valió a los celestes un punto en un partido que parecía ya perdido. La asistencia se la dio en Anoeta a Nolito, a cinco minutos del final del partido, y sirvió también para rebañar un valioso empate en la cancha de la Real Sociedad.

A pesar de que durante meses su situación ha sido marginal, lo cierto es que Bongonda no ha tardado en recoger esta temporada el guante que le ha lanzado Berizzo. El técnico céltico le dio su primera oportunidad en el último partido en casa, ante el Sporting de Gijón, y el chico respondió dando una asistencia a Fabián Orellana en el primer gol de los celestes a los asturianos. La producción ofensiva del atacante belga creció el sábado en el Benito Villamarín anotando el gol que valió el empate ante los béticos.

Pero al margen de goles y asistencias, la inclusión de Bongonda en la rotaciones de Berizzo ha permitido al técnico enriquecer tácticamente al equipo. Al situar al belga como extremo derecho, el técnico céltico ha variado ligeramente el esquema de juego, desplazando a Orellana a la posición de media punta por detrás del trío atacante y al mismo tiempo ha abierto el abanico de jugadores con que reforzar al equipo titular, privilegio del que hasta ahora habían disfrutado en diferente medida Sergi Gómez, Radoja, Carles Planas y John Guidetti.