Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Resistir es vivir

El Celta suplió la inferioridad numérica y física con un ejercicio de energía que le permitió salvar el empate - Otro grave error, en este caso de Jonny, lastra al equipo por enésima vez

Wass golpea la pelota durante el encuentro de ayer en el Villamarín. // LOF

Después de un primer tramo de la temporada que sirvió para disfrutar de la excelencia que es capaz de alcanzar este Celta, estamos inmersos ahora en un periodo que ayuda a medir su nervio, su capacidad para competir. Han perdido los de Berizzo buena parte de su aroma; las piernas ya están más pesadas y hay futbolistas que ya lucen como cuando llenaban las portadas de la prensa nacional. Pero el Celta no pierde el espíritu. Así también se ganan puntos, partidos y se van quemando etapas a la espera del regreso de la mejor versión. Sucedió hace una semana ante el Sporting y se repitió ayer. En una situación muy delicada los vigueses salvaron un empate tras una resistencia casi heroica durante ese segundo tiempo que jugaron sin Jonny. Se quedaron a ocho minutos de salvar la victoria.

el error de jonny

El Celta tiene un problema con su facilidad para regalar. Lleva semanas concediendo goles de manera un tanto ridícula, por fallos inexplicables. Ayer el partido se le complicó en otra acción difícil de justificar y que tuvo a Jonny como triste protagonista. Una pérdida como último defensa, un agarrón instintivo y una roja que condenó al Celta a jugar más de cuarenta minutos con un futbolista menos. El de Matamá, que no fallaba nunca, se ha sumado al bajón que han dado varios integrantes de la plantilla.

Bongonda

Hasta la roja a Jonny el partido había sido una pelea descarnada en el medio del campo en el que apenas había posibilidad de controlar el balón. Mucha presión, poca precisión, escaso control del juego. Síntoma de lo que le está costando al Celta reencontrarse con su mejor versión, pero un panorama que tampoco incomodaba a Berizzo. En ese paisaje, suele resolver la calidad de unos y otros. Y ahí los vigueses tenían ventaja. Se vio en la jugada del gol de Bongonda. Una triangulación, un pase de Nolito más propio de Laudrup y una entrada desde atrás como un rayo de Bongonda. El belga se ha ido incorporando a la rotación de Berizzo. Ayer dio un nuevo paso adelante. Lástima que la roja a Jonny llevase a Berizzo a sacrificarle.

el bombardeo

Con un futbolista menos, el Celta se enfrentó a un panorama inquietante. El partido se complicaba sobre todo por la situación en la que llegaban los vigueses a este partido. Berizzo había recompuesto el equipo como buenamente había podido. Un equipo bajito que estaba claro sufriría en las jugadas a balón parado ante un Betis mucho más armado en lo físico. Tras la salida de Jonny apareció el juvenil Alende, que hacía su estreno con el primer equipo. La resistencia se complicaba aún más. Mel no se anduvo con coñas y sacó todo lo que tenía en el banquillo, llenó el área de delanteros, de kilos con Molina, de imaginación con Vadillo y el Celta sufrió de lo lindo. Defendieron los vigueses con energía. Suplieron los síntomas de desorganización con esfuerzo y solidaridad. Especialmente brillante en esos instantes se vio a Cabral que defendió por él y por su bisoño acompañante. El Betis remató mucho, pero sin demasiado peligro, sin inquietar en exceso a un Sergio más asentado. Al Celta solo le sobró en esos instantes el pasito adelante que Alende dio en la jugada del empate. Se le notaron los años (pocos) y la falta de fútbol de este nivel. Se descolocó y habilitó a Molina para que batiese a Sergio. Un error que precederá seguramente a muchos aciertos.

Que vuelva nolito

En esos minutos de sufrimiento el Celta hizo un esfuerzo gigantesco en el medio del campo para ocupar todo el espacio que podían. En esos minutos era esencial tener la pelota, esconderla aunque fuese unos segundos porque con el Betis en el área del Celta no era descartable que encontrasen el camino hacia la portería andaluza. Estuvo imperial Orellana y también Wass, que corrió hasta el desmayo. Ellos fabricaron las dos últimas ocasiones del Celta que pudieron enmudecer el Villamarín (la última cuando el Betis ya había conseguido el gol del empate), pero en ambas Nolito escogió mal. El andaluz repite el ciclo de otras temporadas. Está ahora mismo lejos del futbolista que asustaba al comienzo de la temporada. Era también algo lógico. Sucedió en otros momentos.

sergio

Su titularidad o no era uno de los debates de la semana. Berizzo evitó su sacrificio. Era un paso arriesgado, delicado, de esos que no tienen marcha atrás. El tiempo ha demostrado que Berizzo eligió bien. Sergio respondió con eficacia en un día exigente. Salvó un mano a mano en el primer tiempo y luego anduvo aplicado y atento. Solo habría que pedirle que se regalase alguna salida más para no conceder cierta clase de remates del rival.

Compartir el artículo

stats