El Real Madrid creyó y trabajó más que el Fenerbahce por conseguir una victoria fundamental para sus intereses, pese a las ausencias de Rudy Fernández (que ayer pasaba por el quirófano) y Trey Thompkins, no bajó la guardia y acabó imponiéndose por 80-73 en un partido de garra, tesón y esfuerzo que tuvo recompensa final.

La tensión que emanaba desde la pista y la presión que bajaba desde las gradas hicieron que cada posesión, cada punto, cada acierto y cada fallo fuese vital. La tensión era tal que se llegabo con 72-66 a falta de tres minutos y medio.

Un triple de Jeffery Taylor a minuto y medio para el final casi sentenció el partido, 76-66, pero fue la defensa y el deseo de victoria lo que dio una victoria fundamental al Real Madrid por 80-73.