Se llama Emilio Rosanes y desde hace más de 25 años vive en Viveiro donde compagina su trabajo de profesor con el de entrenador de un modesto equipo. Exárbitro adscrito al colegio gallego se convirtió en uno de los protagonistas del fútbol español el miércoles por la noche cuando la Cope le señaló como la persona que había desvelado el grave error que el Real Madrid había cometido al alinear a Cheryshev en el encuentro de Copa del Rey contra el Cádiz y que seguramente le costará la eliminación.

Rosanes, un apasionado de la estadística, los datos aplicados al fútbol y especialmente las sanciones, envió un mensaje a un colaborador de Tiempo de Juego con el que mantiene relación para advertirle de algo en lo que nadie había reparado, que el jugador del Real Madrid arrastraba un partido de castigo de la anterior edición de Copa que había jugado con el Villarreal. Y a partir de ahí se desató la tormenta en el Ramón de Carranza, el embrollo en el que se ha metido el Real Madrid y que hoy vivirá un nuevo capítulo cuando el juez único de Competición haga público un fallo que salvo sorpresa monumental resolverá con la eliminación del equipo blanco del torneo.

El exárbitro contó que su intención desde el primer momento había sido la de avisar al Real Madrid esa misma mañana porque se dio ya que se advirtió del error en el momento en el que se dio a conocer la convocatoria de Rafa Benítez. Rosanes llamó por teléfono a las oficinas del club y tras múltiples esfuerzos le contestaron y pidieron que enviara un fax. Lo hizo por la tarde "a eso de las cinco y media" y no tuvo más noticias del Real Madrid. Nadie le llamó ni se puso en contacto con él pese a que había facilitado sus datos por si necesitaban hacer alguna clase de consulta. Su desconcierto fue a mayores cuando conoció la alineación con la que Benítez había decidido enfrentarse al club gaditano. En ella estaba Cherychev. En ese momento fue cuando hizo llegar a la Cope la información que manejaba. En la emisora hicieron las comprobaciones oportunas y entendieron que la información del gallego era del todo correcta. Con el partido ya comenzado fue cuando Paco González, conductor de Tiempo de Juego, contó lo que estaba sucediendo y cómo se habían enterado ellos. La noticia corrió como la pólvora, se hicieron eco el resto de medios, el Carranza adelantó el Carnaval y el Real Madrid fue consciente del lío en el que se había metido.

Rosanes, que además es aficionado del Real Madrid, pudo convertirse en el salvador de Benítez y los suyos. Finalmente se convirtió en el portavoz de una noticia terrible. Ayer le persiguieron todos los medios nacionales y el hombre, discreto, trataba de restarle importancia a su función en esta historia y advertía que "lo hubiese hecho también si el afectado fuese el Barcelona".